El pasado 26 de septiembre, en un acto donde reinó la desorganización, el presidente de Colombia, Gustavo Petro y autoridades ministeriales y regionales venezolanas, decretaron la "reapertura total" de la frontera entre ambas naciones. A un mes del acto, muy poco es lo que se ha logrado y la "reapertura total" sigue siendo una entelequia.
Mario A. Beroes R./El Político
30 días han pasado y los cambios son mínimos, si así puede decirse. La frontera de más de 2.000 kilómetros continúa con las mismas trabas, fallas y problemas que ocurrieron o se generaron en 7 años de cierre.
Lo que Petro llamó o calificó de "un salto económico inmediato", un mes después es un simple puñado de operaciones comerciales. que no hacen mayor mella en la economía binacional.
Los puentes binacionales que están operativos reciben el paso de los transeúntes, que pasan en fila india por los pasos petaonales ubicados a los extremos del puente, ya que la vía quedó para el paso de un trío de gandolas de carga al día.
Nada nuevo ha sucedido desde el 26 de septiembre cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, encabezó el acto de reapertura.
Desmantelamiento aduanero
Estos siete años acabaron con la operativilidad aduanera, por lo menos del lado venezolano. Las autoridades del régimen ahora quieren salir del letargo, y dinamizar la economía, pero no es sencillo. Todavía tardan 72 horas para nacionalizar la carga que viene de Colombia.
Otro aspecto es lograr reconquistar la confianza en las instituciones, en ambas naciones, que es un proceso que toma tiempo y que ayudaría los tiempos aduanales y, más importante, erradicar del lado venezolano, el pillaje que policías y militares ejecutan de manera descarada.
Para el presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), Alberto Russian, "se tiene que clarificar aspecto legal, y así, en la medida que se tenga claridad de que ese canal es seguro, mejorará la operativilidad", según declaraciones ofrecidas a la agencia EFE.
"Nada ha cambiado"
A pesar de las cifras del ente gremial binacional, para muchos de los que atraviesan a diario los puentes internacionales Simón Bolívar Francisco de Paula Santander, todo lo de la reapurta de la frontera fue "un fraude".
"Los gobiernos hablan de millones y millones, de gandolas (camiones) llenas de mercancías, de insumos médicos y de reapertura, pero mientras yo siga caminando desde mi casa hasta Cúcuta no hay reapertura", dijo a EFE el venezolano Arturo Ramírez, que empujaba un carro de mercado bajo una temperatura cercana a los 40 grados centígrados.
Miles de personas caminan diariamente bajo el inclemente sol de la región sin certeza de cuándo podrán transitar nuevamente a bordo de vehículos particulares, lo que, a juicio de algunos, reduce a un "show mediático" la reapertura.
La reanudación de los vuelos directos entre los dos países que se anunció para el mismo 26 de septiembre, tampoco ha salido del papel y nadie sabe cuándo comenzarán y con cuáles aerolíneas.