Las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) lo advirtieron, la oposición lo sabía y aun así trató de cambiar algo que ya estaba decidido desde hace tiempo: la recolección de 20% del Registro Electoral para finales de octubre y el referéndum revocatorio para el primer trimestre de 2017.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) deberá multiplicar esfuerzos para lograr la meta de 3.893.128 de voluntades con condiciones que hacen de esta tarea una verdadera “misión imposible”. Si se toman en cuenta los resultados de la validación de la primera etapa de solicitud del revocatorio, en la que se obtuvieron 399.412 registros de las 407.622 personas que colocaron sus huellas, el trabajo deberá ser arduo.
Para que la oposición logre el requisito de 20% que exigen las leyes se debe hacer lo mismo que se hizo en la validación de 1%, solo que 10 veces más.
La validación de 1% del Registro Electoral y la recolección de 20% son similares en el principal aspecto: ambas requieren el uso del Sistema de Autenticación Integrado, conocidos como “captahuellas”. Pero los escenarios decididos por el CNE dificultan que la oposición logre su cometido, pues aunque tiene más máquinas que en la primera etapa, el tiempo y la ubicación de los centros habilitados para el proceso son factores que le jugarán en contra.
Para la validación hecha en el mes de junio hubo cinco días en horario de oficina y 300 máquinas en 128 centros electorales, condiciones que contrastan con los tres días en horarios de oficina, las 5.392 captahuellas y los 1.356 centros dispuestos por el CNE para la nueva etapa del proceso.
Lo establecido por el ente electoral dejó ver que las palabras de las rectoras Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania D’ Amelio pesan más que las tres movilizaciones convocadas por la MUD -1°, 7 y 16 de septiembre- para exigir un pronunciamiento referente a la nueva recolección.
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Las rectoras reiteraron, desde la segunda quincena del mes de agosto, que no aceptarían presiones por parte de la oposición y que el trabajo del ente electoral se hacía en los lapsos correspondientes. La oposición igual continuó con las manifestaciones y, ante la falta de respuestas, dirigentes de la Unidad fueron a la sede del Poder Electoral.
Juan Carlos Caldera, Enrique Márquez y Vicente Bello se acercaron al CNE los días 19, 20 y 21 de septiembre. Los dirigentes querían presentar a las autoridades electorales las condiciones que exigían para la recolección de 20%. Pero no fue así: solo el rector Luis Emilio Rondón recibió a los políticos.
El recibimiento del rector tampoco rindió frutos. El CNE, con un retraso de tres días, dio a conocer unas condiciones que se alejan de lo esperado por la MUD.
Aunque la decisión del CNE se conoció el miércoles, la coalición no ha informado si aceptará o no las condiciones. Desde el lunes se desarrollan reuniones en el seno opositor. Incluso horas antes de que el rector Rondón diera a conocer las decisiones del directorio, ya la MUD estaba en sesión permanente. Pero no es imposible que la oposición cumpla el requisito de 20%.
La MUD pudo hacer que 407.622 personas colocaran sus huellas en la etapa de 1%. Ahora deberá aumentar esta cantidad 10 veces más y lograr por lo menos 4.076.220 voluntades. Esta cifra haría que la alianza de partidos tuviera el requisito legal y la holgura suficiente ante la posibilidad de que algunos registros sean invalidados, como ha ocurrido a lo largo del proceso.
El uso de 5.392 captahuellas aumenta y, al mismo tiempo, aleja las posibilidades de cumplir la etapa. El promedio de usuarios por cada máquina es de 120 personas en una hora: cada elector se tarda 30 segundos en promedio en usar la captahuella, lo que haría que más de 800 personas pudieran validar su voluntad en una máquina en un día. Matemáticamente la oposición pudiera lograrlo en los tres días establecidos. No obstante, los factores externos no son los ideales.
En la validación de 1% el principal obstáculo para los ciudadanos fue la ubicación de los centros electorales y la cantidad de máquinas en ellos: en los puntos más distantes se colocaron la mayor cantidad de máquinas.
La rectora Socorro Hernández indicó este viernes 23 de septiembre que todas las decisiones logísticas fueron tomadas pensando en los electores de cada entidad. Sin embargo, el criterio pondría en riesgo la recolección en estados como Amazonas y Delta Amacuro, por la poca cantidad de máquinas (33) y en entidades como Apure, Barinas, Cojedes, Guárico, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Trujillo, Yaracuy y Vargas, por la insuficiencia de centros (no llegan a 50).
Lo establecido por el CNE no es la única dificultad a la que pudiera enfrentarse la oposición. Durante la validación de junio hubo obstáculos en las vías para acceder a los centros electorales, problemas con el servicio eléctrico, máquinas “dañadas”, personal del CNE que no quería abrir los centros a la hora correspondiente y lo que los dirigentes opositores denominaron “operación morrocoy”. Aun así se logró la meta.
La MUD tiene en sus manos la decisión de continuar o no la apuesta por el revocatorio en la nueva etapa, pero esto no les asegura que el proceso será antes de que culmine 2016. El CNE continúa con su cronograma tal y como ha hecho desde agosto. Si hay 20% la declaratoria de procedencia sería en la primera semana de diciembre y la convocatoria antes del 18 de diciembre. Después de esa fecha todo depende del ente electoral y no de la presión opositora.
“Pierden su tiempo quienes creen que por vía de la presión política mellarán la voluntad de cumplir y hacer cumplir la ley en resguardo de la República y la estabilidad del país. Lo repetimos como ayer: este Poder Electoral no acepta presiones de nadie. Nuestro deber está con la garantía de los derechos constitucionales del pueblo todo de Venezuela”, dijo Tibisay Lucena el martes 9 de agosto, cuando se dio a conocer el cronograma parcial del revocatorio.
Con información de El Nacional