Los primeros ministros de Reino Unido e Irlanda, Theresa May y Enda Kenny, admitieron hoy la seriedad de la actual crisis imperante en la escena política de sus vecinos norirlandeses tras la dimisión de su viceministro principal, Martin McGuinness.
‘Reconocieron las dificultades y la seriedad de la situación de Irlanda del Norte y lo importante que es trabajar juntos (…) para encontrar una solución’, indicó un portavoz del Gobierno británico.
May, por su parte, recordó este miércoles en la Cámara de los Comunes el ‘duro trabajo’ que permitió consolidar la paz en Irlanda del Norte y convocó a ‘no poner en riesgo el progreso’ de normalización del proceso político en el territorio.
‘Es importante que el Gobierno y todas las partes colaboren para poder alcanzar una solución y recuperar el reparto de poder institucional’, añadió la mandataria tras el revuelo mediático causado por la renuncia del viceministro.
Entre los incentivos presentados por May para mantener la calma en estos momentos de tensión resalta su promesa de que Irlanda del Norte también participará activamente en la eventual salida de Reino Unido de la Unión Europea, el llamado Brexit.
McGuinness presentó su renuncia este lunes debido a su desacuerdo con un polémico programa energético ideado por la ministra principal, Arlene Foster, y luego sugirió que la solución para el conflicto sería convocar a elecciones generales.
Con información de: La Prensa Latina