Un grupo de organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes lanzó en Los Ángeles, California, una campaña de dos semanas cuyo objetivo es presionar a los 50 senadores demócratas, al presidente Joe Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris, para que recuperen el debate de la reforma migratoria en el Congreso.
El Político
“Estamos en un momento crítico como país. Al comenzar 2022, la legislación Build Back Better (proyecto Para una Mejor Reconstrucción -BBB-) que promete inversiones históricas en cambio climático, cuidado infantil, educación e inmigración pende de un hilo”, dijo una coalición integrada por nueve organizaciones.
La campaña asoma seis semanas después del tercer rechazo de la principal asesora del Senado, la abogada Elizabeth MacDonough, al plan demócrata de incluir en un paquete de reconciliación del presupuesto una enmienda para legalizar a millones de inmigrantes indocumentados, reportó Univision.
Reforma migratoria: promesa de campaña
La reforma a las leyes de inmigración para legalizar a la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país es una de las principales promesas de campaña inconclusas del presidente Joe Biden.
El 18 de marzo, 50 días después de llegar a la Casa Blanca, la Cámara de Representantes aprobó dos proyectos de ley con apoyo bipartidista que incluyeron un camino a la ciudadanía para unos 8 millones de extranjeros sin papeles, algunos de ellos con más de dos décadas en el país.
La lista de beneficiarios incluyó jóvenes indocumentados que entraron ilegalmente a Estados Unidos antes de los 16 años y se les conoce como dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS), trabajadores esenciales y campesinos.
Tras el envío de ambas iniciativas, los republicanos anunciaron que no darían un solo voto. Para aprobar leyes en el senado se requieren 60 votos. Demócratas y republicanos tienen 50 asientos cada uno.
Paquete de reconciliación
Al no contar con una mayoría de 60 votos, los demócratas echaron mano a una herramienta que data de los años 70, se conoce como paquete de reconciliación y se utiliza para aprobar con mayoría simple de 51 votos leyes relacionadas con el presupuesto.
La Ley de Gasto Social de Biden (BBB), que los republicanos también rechazaron desde un inicio, estaba siendo preparada para discutirla en el pleno y aprobarla con mayoría simple de 51 votos (los 50 senadores demócratas más el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, que rompe el desempate).
Utilizando esta herramienta los demócratas prepararon entonces el terreno para que en el paquete de reconciliación; se incluyera una enmienda de inmigración, donde iría la legalización de millones de indocumentados; y una inversión de $100,000 millones para modernizar el sistema migratorio que data de 1965.
Quiebre en la bancada por la reforma migratoria
Tras el rechazo del Plan C a mediados de diciembre; los demócratas tampoco se pusieron de acuerdo para aprobar el plan de gasto social de Biden.
El 19 de diciembre el senador Joe Manchin (West Virginia) dijo que en los últimos cinco meses y medio había trabajado; de la manera más diligente posible reuniéndome con el presidente, el líder (Charles) Schumer, la presidenta (Nancy) Pelosi; “y mis colegas en todos los extremos del espectro político para determinar el mejor camino a seguir; a pesar de mis serias reservas” al Plan de Gasto Social.
Manchin precisó que no estaba de acuerdo con la aprobación del BBB, una postura que también comparte la Senadora por Arizona, Kyrsten Sinema. Si estos dos votos y la ausencia de apoyo republicano no habrá ley de presupuesto “y tampoco legalización de indocumentados”; advirtieron fuentes demócratas conocedoras de las discusiones que se llevan a cabo a puertas cerradas.