La masonería del exinspector del Cicpc, Óscar Pérez, tras un intenso operativo militar y policial en El Junquito, en el noroeste de Caracas, ha colocado a las logias masónicas del país en la mira de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
De acuerdo con datos recabados por El Pitazo, desde dos semanas antes de los sucesos que dieron muerte a Pérez hasta la fecha, por lo menos nueve logias masónicas han sido fiscalizadas por funcionarios de la Dgcim. Les han solicitado registros de miembros, así como detalles de sus cuadros logiales, dirección de sus sedes, tipo de formación impartida en las logias y posibles vínculos previos con Pérez.
El alias que le otorgó medio alemán a Nicolás: “El Carnicero”… ¡Le queda perfecto!
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“La masonería, en el mundo moderno, pasó de ser una sociedad secreta a ser una sociedad discreta, porque creíamos ya superada la etapa de persecuciones sin sentido contra la orden masónica. Pero hoy, en Venezuela, ya no estamos tan seguros de ello. Desde que se conoció la relación de Óscar Pérez con la masonería hemos sido objeto de escrutinio e investigación, irrespetando principios democráticos elementales”, explica el integrante de una de estas logias visitadas por los funcionarios.
Las fuentes consultadas indican que las logias que están siendo vigiladas están ubicadas en Caracas, Miranda, Cumaná, Barcelona, Puerto Ordaz y La Guaira. Los propios masones reconocen que lo que se busca es determinar si dentro de estos grupos existen aliados de Pérez en su movimiento insurgente contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, así como comprobar si los integrantes de las logias brindaron apoyo a Pérez en el tiempo en que se mantuvo como prófugo de la justicia venezolana.
Integrantes de las logias masónicas que han sido visitadas por el Dgcim achacan esta acción a un amedrentamiento para que guarden silencio y no se inicie un plan para rescatar el nombre de Pérez y borrar las etiquetas de “asesino y terrorista” que le han endilgado a través de los anuncios oficiales.
Óscar Pérez… ¿Ciencia-ficción o un caso de la vida real? (Especial) https://t.co/FuvZUNN7Sc #ElPolitico pic.twitter.com/1uQES5z9AV
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“Muchos queremos limpiar el nombre de nuestro querido hermano Óscar Pérez. Es decir, un masón que fue asesinado en una ejecución extrajudicial, pues manifestó su rendición y disposición de entregarse. Más allá del asesinato físico, está el asesinato moral del Gobierno nacional al calificarlo como terrorista. Un masón no es terrorista. Si bien cometió un delito al robar el helicóptero y las armas del comando de la GN, no cometió ningún asesinato o dejó heridos en las acciones que ejecutó, porque era un masón que respetaba la vida”, advierte otro integrante de logia.
Vía: El Cooperante