Desde hace 75 años el Reloj del Juicio Final no para se sonar. Su tic tac marca el avance de la destrucción de nuestro planeta, gracias a la pesada mano de nosotros los seres humanos. Nuestra huella de carbono continúa su inclemente camino, contribuyendo con el insano cambio climático. Pues la vida en la Tierra sigue en peligro.
El Político
Si bien es cierto que la pandemia que azota al planeta ha permitido que se recuperen zonas y áreas muy deterioradas de la naturaleza, y que hayan disminuido los niveles de contaminación, no deja de preocupar el hecho de que el comportamiento humano sobre nuestro planeta sigue siendo depredador.
El Reloj del Juicio Final
El Bulletin of Atomic Scientists fue —inicialmente— una publicación de un grupo secreto de científicos atómicos. Este equipo de especialistas en múltiples ramas de la ciencia desarrollaron el Proyecto Manhattan.
Hoy sabemos que se trató, nada menos y nada más, que el nombre en clave que encubrió el desarrollo de la bomba atómica, durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero hoy este grupo intenta lavar su cara. En principio, se encargaban de medir las amenazas nucleares. Pero en el año 2007 el Bulletin incluyo en sus mediciones el estudio y observación del cambio climático.
La manera de representar las mediciones es por vía de un reloj. A lo largo de los últimos tres cuartos de siglo, la hora ha avanzado. Las manecillas cada vez se acercan más a la hora cero, a las 12 de la media noche. Es decir, a lo que los científicos han indicado como el momento de la destrucción total, por nuestras propias manos.
El ajuste del Reloj del Juicio Final se fija anualmente. Especialistas del Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin, conjuntamente con su Junta de Patrocinadores, intervienen en ese reajuste de las manecillas. Este grupo incluye a 11 premios Nobel.
Detractores
El reloj no es bien visto por todos. Así como es una referencia del deterioro ambientas, tiene sus detractores.
Lawrence Krauss, ex-miembro de la Junta de Patrocinadores del Bulletin, ha expresado: "aunque el tiempo ha pasado desde que el reloj empezó a funcionar, ha sido difícil tomar en serio sus resultados, ya que en las últimas décadas se ha acercado peligrosamente al fin de la civilización".
"Ahora, el reloj se mueve en segundos, antes eran minutos", agregó Krauss. "Está claro que no es una evaluación científica cuantitativa, sino más bien cualitativa. Lo que siempre fue importante es el movimiento del reloj, y no su valor absoluto".
En contraparte, la presidenta y CEO del Bulletin, Rachel Bronson, ha dicho: "cuando el reloj llegue a la medianoche, significará que se produjo algún tipo de intercambio nuclear o un cambio climático catastrófico que ha acabado con la humanidad. Así que no queremos llegar nunca a la hora cero".
¿Es efectivo el Reloj del Juicio Final?
Lo relevante de este reloj, como símbolo de la huella de carbono que estamos provocando, con sus dramáticas consecuencias, es que esta medición no se enfoca en las amenazas. Más bien lo que se busca con él es estimular diálogos y un compromiso público sobre aspectos científicos relevantes, como el desarme nuclear y cambio climático.
¿Qué hacer?
La pandemia cambió todo en el planeta. Incluso ha estimulado la toma de conciencia sobre el problema del desarme nuclear. Igualmente, se han despertado conciencias dormidas para abordar el tema del calentamiento global y la destrucción del medio ambiente.
En este sentido, son muchas las agencias gubernamentales, organizaciones y ONGs que han surgido, de manera local o a gran escala, para ayudar a sanar al herido medio ambiente.
Esperemos que el tic tac no siga avanzando, que no llegue nunca a su hora cero. De lo contrario, no estaremos aquí para contarlo.