El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) generalmente espera al menos 24 horas para deportar a alguien tras informarle de su expulsión a un supuesto «tercer país», según un memorando fechado el miércoles 9 de julio, del director interino de la agencia, Todd Lyons.
Sin embargo, el ICE podría expulsarlos a un supuesto «tercer país» con tan solo seis horas de preaviso «en circunstancias apremiantes», según el memorando, siempre que la persona haya tenido la oportunidad de hablar con un abogado.
El memorando establece que los migrantes podrían ser enviados a países que se han comprometido a no perseguirlos ni torturarlos «sin necesidad de procedimientos adicionales».
La nueva política del ICE sugiere que la administración del presidente Donald Trump podría actuar con rapidez para enviar migrantes a países de todo el mundo.
En junio, la Corte Suprema anuló una orden de un tribunal inferior que limitaba dichas deportaciones sin una evaluación previa por temor a la persecución en el país de destino.
Tras el fallo del Tribunal Supremo y una orden posterior de los jueces, el gobierno de Trump envió a ocho migrantes de Cuba, Laos, México, Myanmar, Sudán y Vietnam a Sudán del Sur.
En detalle
La semana pasada, el gobierno presionó a funcionarios de cinco países africanos (Liberia, Senegal, Guinea-Bissau, Mauritania y Gabón) para que aceptaran deportados de otros países, informó Reuters.
The Washington Post fue el primero en publicar, abre en una nueva pestaña, el nuevo memorando de ICE.
El gobierno argumenta que las deportaciones a terceros países ayudan a expulsar rápidamente a migrantes que no deberían estar en Estados Unidos, incluyendo aquellos con condenas penales.
Los defensores han criticado las deportaciones como peligrosas y crueles, ya que las personas podrían ser enviadas a países donde podrían enfrentar la violencia, no tienen vínculos y no hablan el idioma.
Trina Realmuto, abogada de un grupo de migrantes que presenta una demanda colectiva contra estas deportaciones rápidas a terceros países en la Alianza Nacional de Litigios de Inmigración, afirmó que la política «está muy lejos de brindar las protecciones legales y del debido proceso que exige la ley».
Las deportaciones a terceros países se han llevado a cabo en el pasado, pero esta herramienta podría utilizarse con mayor frecuencia a medida que Trump intenta aumentar las deportaciones a niveles récord.
Durante la presidencia de Trump (2017-2021), su administración deportó a un pequeño número de personas de El Salvador y Honduras a Guatemala.
La administración demócrata del expresidente Joe Biden llegó a un acuerdo con México para acoger a miles de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, debido a la dificultad de deportarlos a esos países.
El nuevo memorando de ICE se presentó como prueba en una demanda por la deportación indebida de Kilmar Abrego García, residente de Maryland, a El Salvador.