Lo que todos los dirigentes en Europa temían es una realidad. Rusia, con el aval de Vladimir Putin, decidió suspender totalmente el envío de gas a través del Nord Stream 1.
El Político
Muchos lo temían, pero no querían que fuera algo público. pero ya es evidente. Rusia dio a conocer que el gas no llegará a Europa a través del Nord Stream 1 mientras continúen vigentes las sanciones impuestas en su contra, o el menos, las que afectan a la empresa rusa Gazprom.
En la conferencia de prensa diaria, el portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, afirmó que “el colectivo occidental, en este caso la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, tiene la culpa de que la situación haya llegado a este punto”.
“El sistema tenía diferentes opciones (unidades de compresión), las cuales redundaban. Debido a las sanciones, estas posibilidades han desaparecido y todo se apoya en esa única unidad que necesita un mantenimiento serio.”
“Dado que estas sanciones siguen aplicándose, dado que existe una absoluta confusión legal y práctica con todo lo que está relacionado con el mantenimiento de los componentes y ensamblajes, por ahora solo cabe esperar a que se logre poner orden de algún modo con esa única unidad.”
El Kremlin ha puesto de manifiesto que “no hay otras razones que puedan llevar a estos problemas con el bombeo” más allá de las sanciones impuestas por occidente como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El pasado viernes, Moscú anunció el cierre indefinido del gasoducto por una serie de problemas técnicos detectados durante los trabajos de mantenimiento rutinarios que se venían realizando desde el 31 de agosto.
La empresa gasífera rusa notificaba a través de su canal de Telegram que en la unidad de compresores de gas de la estación de Portovaya se había detectado una fuga de aceite que no permitía "garantizar un funcionamiento seguro y sin accidentes del motor de la turbina de gas".
¿Y ahora?
Los problemas comenzaron con el bloqueo en Canadá de una turbina que había sido enviada a reparar allí por la empresa alemana Siemens.
Las autoridades canadienses anunciaron que la pieza reacondicionada en una planta de Siemens en Montreal sería entregada a operarios alemanes y no directamente a Rusia.
Desde entonces, la pieza permanece atrapada en Alemania porque Moscú exige por escrito garantías de que se le levantarán las sanciones a Gazprom.