El 40% del consumo de gas natural licuado – GNL que Europa utiliza proviene de Rusia. Pero este suministro podría verse afectado si las tensiones entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN y Rusia continúan calentándose, a propósito de la posible invasión de Rusia a Ucrania.
El Político
Rusia no ve con buenos ojos —en este momento coyuntural— a los países de la Unión Europea. Ellos forman parte de la OTAN, y están presionando al Kremlin para que desista en su idea de avanzar a lo interno de Ucrania. Pero la Unión Europea podría quedarse sin el preciado suministro de gas doméstico proveniente de Rusia.
Hasta ahora es solo una amenaza. Pero la posibilidad de que se convierta en un hecho es real, en una Europa donde el gas es fundamental para cocinar y mantener calientes los hogares, en pleno invierno.
¿Europa sin gas doméstico ruso?
Un estudio realizado por Think-tank’ Bruegel, un centro de reflexión independiente, analizó los posibles escenarios de una Europa sin suministro de gas doméstico ruso.
Para este equipo de investigación: "si Rusia cortara el grifo de gas a Unión Europea, podría soportar el temporal solo hasta el próximo verano".
Además, comentan que: "el sistema de suministro de gas en los países de Europa central y oriental está diseñado para llevar las importaciones desde el este a los consumidores finales. Por lo que aunque ha habido inversiones para reforzar las capacidades de flujo reversible, cabe mencionar que se producirían cuellos de botella en el envío del gas desde el oeste al este del continente".
También existe la posibilidad de que: "países con mejor suministro de gas puedan no querer compartir sus recursos de gas con países en peor situación. Un riesgo que se vería agravado por la imposibilidad de predecir por cuánto tiempo se prolongaría —de darse— el corte en el suministro ruso".
Alternativas
En pleno invierno, para suplir la demanda de gas que actualmente requiere Europa, la cual es cubierta por los envíos desde Rusia en un 40% habría que transportar el gas desde otros países, como es el caso por ejemplo de España.
La Península Ibérica es un importante proveedor de gas natural licuado – GNL. Posee capacidad para exportar 40 TWh. al mes. Adicionalmente, hasta ahora el invierno en Europa no ha sido extremo, al punto de riesgo invernal. Esto ha favorecido que la demanda de gas no se incremente relativamente. Actualmente, el almacenamiento de gas licuado está cubierto.
Tres posibles escenarios
La situación actual es de creciente tensión. Los suministros de gas a Europa, por parte de Rusia, siguen sin suspenderse. Pero si el panorama cambia habría que poner sobre la mesa tres posibles escenarios, a saber:
- Si Rusia y todos los demás proveedores continúan suministrando a los niveles actuales, lo que implica niveles históricamente altos de importaciones de GNL. Además, la demanda de gas natural se mantiene en línea con el promedio de 2015-2020, entonces el almacenamiento en toda la UE alcanzaría un mínimo de aproximadamente 320 TWh. en abril de 2022.
- Si Rusia corta el suministro a principios de febrero, el almacenamiento alcanzaría un nivel mínimo de 140 TWh. en abril de 2022.
- Si, además de que Rusia corta el suministro, el clima es extremadamente frío, el almacenamiento en toda la UE estará vacío a fines de marzo de 2022.
El panorama sigue siendo hipotético. Pero las tensiones van en aumento. Son muchos los países involucrados. así como los intereses. Pero ahora el factor gas entra en el juego de la guerra fría, para tratar de inclinar la balanza a favor de un bando que, todavía, no se tiene claro cuál podría ser.