Rusia, que ha causado los daños en Zaporiyia, advierte de posibles peligros de la central nuclear. Por ello, insiste en la creación de una zona de seguridad alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania.
El Político
La central nuclear de Zaporiyia, de la que Rusia se apoderó poco después de su invasión de Ucrania, fue sacudida por bombardeos el domingo, lo que provocó la condena del organismo de control nuclear de la ONU, que dijo que tales ataques corrían el riesgo de provocar un desastre mayor, reportó EuroNews.
¿Por qué es importante?
En su primera entrevista en televisión desde que regresó de una visita a la planta de energía nuclear de Zaporiyia (ZNPP) en Ucrania, el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, le dijo a CNN que la situación en la instalación sigue siendo "muy preocupante" y advirtió que "estamos jugando con fuego".
Lo cierto es que rusos y ucranianos se culpan mutuamente de una situación cada vez más deteriorada por los combates.
"Las noticias de nuestro equipo del sábado y este domingo son extremadamente preocupantes", explican desde la OIEA. De nuevo cunde la inquietud ante el enésimo ataque a la localidad donde se encuentra la mayor planta nuclear de Europa. Durante el fin de semana "se produjeron explosiones en el sitio de esta importante central nuclear, lo que es completamente inaceptable", advirtió Grossi.
La zona lleva bajo control de los invasores rusos desde los inicios de la incursión rusa en Ucrania. En octubre el Ejército ucraniano intentó recuperar la central nuclear.
El equipo del OIEA en el terreno dijo que se habían producido daños en algunos edificios, sistemas y equipos en el lugar, pero ninguno de ellos crítico para la seguridad nuclear hasta el momento.
Aun así, el bombardeo repetido de la central ha generado preocupación por la posibilidad de un accidente grave. La central está a solo 500 kilómetros del lugar del peor accidente nuclear del mundo, el de Chernobil. Un desastre que todavía hoy condiciona la vida de ucranianos y bielorrusos pese al tiempo transcurrido desde 1986.
Igual que en anteriores ataques, tanto Rusia como Ucrania se acusan mutuamente de bombardear la central nuclear de Zaporiyia. A pesar de todo, "el nivel de radiación en la zona de la central sigue estando conforme a la norma", explica la parte rusa.
Entre líneas
A través de un comnunicado, el Ministerio ruso de Defensa precisó que entre el sábado y el domingo las fuerzas ucranianas dispararon más de 20 "proyectiles de gran calibre".
Los cohetes explotaron entre los bloques energéticos número 4 y 5 y alcanzaron el techo de un "edificio especial" situado cerca de estos bloques.
Por su parte, la agencia nuclear ucraniana acusó en cambio a los rusos de "una vez más" estar poniendo "en peligro a todo el mundo".
"En la mañana del 20 de noviembre de 2022, como resultado de numerosos bombardeos rusos, se registraron al menos 12 impactos contra el territorio de la central nuclear de Zaporiyia", aseguró Energoatom.
En conclusión
Desde el principio Rusia ha visto la planta de Zaporiyia como un trofeo al que no quiere renunciar a pesar del peligro que supone colonizar un enclave atómico.
En un contexto en el que Moscú admite ya abiertamente que aspira a helar y dejar a oscuras a los ucranianos, esta central nuclear adquiere una importancia todavía más evidente. La planta de energía nuclear de Zaporiyia proporcionaba una quinta parte de la electricidad de Ucrania antes de la invasión rusa del 24 de febrero.
Desde que llegaron los ocupantes la planta se ha visto obligada a recurrir a generadores de reserva varias veces. Precisamente que falle la refrigeración es la receta para un nuevo Chernobil. La planta tiene seis reactores diseñados en tiempos de la URSS refrigerados por agua y que contienen uranio 235. Todo esto tampoco ha evitado que Ucrania devolviese el fuego junto a un emplazamiento tan delicado.
Rusia está destruyendo la infraestructura energética del país. Pero el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que en esta ocasión fue Ucrania la que disparó proyectiles contra las líneas eléctricas que alimentan la planta de energía nuclear ucraniana.
Los rusos han sido señalados por la ONU como culpables de los desmanes en la central en más de una ocasión.
El pasado día 5 el suministro externo de energía se restauró en la central nuclear dos días después de que fuera desconectada de la red eléctrica. La agencia de la ONU corroboró entonces que fueron los bombardeos rusos los que dañaron las líneas de alto voltaje. En línea con su estrategia de diezmar las condiciones de vida de los ucranianos.
Los bombardeos han cortado repetidamente las líneas eléctricas, y los propios rusos han ensayado la desconexión de la central nuclear de la red eléctrica ucraniana. Los reactores están apagados, pero existe el riesgo de que el combustible nuclear se sobrecaliente si se corta la energía que impulsa los sistemas de enfriamiento.
Se habían disparado proyectiles cerca de una instalación de almacenamiento de desechos nucleares y un edificio que alberga combustible nuclear usado, pero actualmente no se han detectado emisiones radiactivas, según TASS.
Grossi destacó que “lo que se necesita con urgencia, ahora, hoy, es que nos pongamos de acuerdo en establecer una protección (si se quiere), un escudo, una burbuja alrededor del perímetro de la instalación”, dijo Grossi.
Explicó que la creación de una zona de seguridad nuclear alrededor de la ZNPP está dentro del mandato del OIEA para proteger la seguridad de la instalación y de las personas allí. Esperaba poder consultar "muy rápido" y "establecer una medida provisional" porque "lo que necesitamos desesperadamente es proteger esta planta nuclear porque está siendo bombardeada".