Rusia ha rechazado formalmente el plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para resolver el conflicto en Ucrania. El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, afirmó que aunque Rusia toma en serio las propuestas estadounidenses, no puede aceptar el plan en su forma actual porque no aborda las principales preocupaciones rusas, específicamente las causas profundas del conflicto.
Riabkov destacó que el plan no incluye soluciones a las causas originales del conflicto, lo cual es una demanda fundamental para Rusia. Según el diplomático, estas causas están completamente ausentes en la propuesta actual y deben ser abordadas para avanzar hacia una resolución.
Adicionalmente, Rusia planteó sus prioridades en las negociaciones con Estados Unidos en Arabia Saudita, pero estas no han sido consideradas adecuadamente en el plan de Trump.
El presidente Vladimir Putin sugirió reemplazar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski con una administración temporal externa para celebrar elecciones en Ucrania y, en último término, "comenzar a negociar un acuerdo de paz". Putin propuso que un gobierno provisional se podría introducir en Ucrania bajo el auspicio de la ONU, Estados Unidos, países europeos y otros socios.
Putin rechazó una tregua de 30 días propuesta por Estados Unidos y Ucrania, aceptando solo cesar ataques contra infraestructuras energéticas enemigas. Esto refleja la insistencia de Rusia en que cualquier acuerdo debe incluir condiciones favorables para Moscú.
Por su parte, Trump insistió en que quiere que Rusia llegue a un acuerdo para finalizar la guerra y reiteró que está dispuesto a imponer sanciones a Moscú si no se avanza hacia la paz. Trump mencionó que podría imponer aranceles secundarios al petróleo ruso, similar a lo que hizo con Venezuela.
Continuación del Conflicto
A pesar de las negociaciones, la guerra continúa. Ucrania reportó ataques rusos, y Rusia acusó a Kiev de violar la tregua energética negociada con la mediación de Washington. La situación sigue siendo tensa, con apoyo internacional dividido entre los involucrados.
En resumen, Rusia ha dejado claro que no aceptará un plan de paz que no aborde las causas profundas del conflicto, lo que ha llevado a un estancamiento en las negociaciones. Mientras tanto, Trump mantiene su postura de presionar a Rusia para que acepte un acuerdo de paz, con la amenaza de sanciones adicionales si no se avanza.