El Gobierno de Rusia ha anunciado este martes su vuelta al acuerdo firmado con Ucrania para garantizar la exportación de grano, después de romperlo el pasado fin de semana como represalia a un ataque sobre su flota en el mar Negro.
El Político
El Ministerio de Defensa ruso ha considerado "suficientes" las garantías recibidas por parte de la ONU y de Turquía, de tal manera que las fuerzas ucranianas no se sirvan de este acuerdo para perpetrar operaciones militares contra Rusia, según la agencia de noticias Interfax.
En detalle
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció también la reanudación del transporte de cereales ucranianos este miércoles a través del mar Negro tras una llamada telefónica entre los ministros de Defensa turco y ruso.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, llamó a su homólogo turco, Hulusi Akar, para informarle de que "los envíos de granos continuarán a partir de las 12:00 horas de hoy, como estaba previsto", dijo Erdogan en el Parlamento turco.
Tratando de salvar el pacto
Turquía, que junto a la ONU fue la mediadora del acuerdo, ha multiplicado sus esfuerzos diplomáticos para salvar el pacto firmado el pasado 19 de julio por ambos bandos.
Desde que se instauró el pacto, cerca de 10 millones de toneladas de granos ucranianos pudieron ser exportadas a través del mar Negro.
El acuerdo, que debía ser renovado el 19 de noviembre, permitió aliviar la crisis alimentaria global desatada tras la invasión de Ucrania por Rusia a finales de febrero.
Pero Moscú anunció el fin de semana que suspendía indefinidamente su participación después de acusar a Ucrania de un "masivo" ataque contra su flota del mar Negro amarrada en Crimea.
Circulación de alimentos
Pese a la suspensión transitoria por Rusia del acuerdo, en los últimos días han seguido zarpando barcos con cereales de los puertos ucranianos del mar Negro. «Los buques civiles nunca pueden ser un blanco militar o ser tomados como rehenes, los alimentos deben circular», escribió en Twitter Amir Abdulla.
Esta situación motivó que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, advirtiera el lunes que en un momento cuando Rusia no puede garantizar «la seguridad de la navegación en esas zonas, dicho acuerdo es difícilmente aplicable. Y esto adquiere un cariz totalmente diferente, mucho más arriesgado y peligroso».
De manera que Turquía y la ONU impulsaron numerosos contactos por vía telefónica para convencer al Kremlin de la necesidad de que no abandonase el acuerdo, entre ellos la conversación mantenida por teléfono ayer martes entre Erdogan y el presidente ruso, Vladímir Putin, quien exigió el lunes a Ucrania «garantías reales» de seguridad de que el corredor no servirá para organizar ataques. «Solo después de eso podríamos examinar la reanudación del trabajo», insistió Putin.
Tensiones
El Ministerio de Defensa ruso, citando una investigación de sus especialistas, sostiene que Ucrania utilizó drones submarinos lanzados supuestamente por un barco situado directamente en el corredor para el transporte de cereales, acusaciones que Kiev ha rechazado categóricamente y que considera un «falso pretexto» para suspender la participación en el acuerdo.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó en el Parlamento turco que «los envíos de cereales continuarán a partir de las doce horas de hoy, como estaba previsto»
Putin reconoció el lunes que los últimos bombardeos masivos con misiles y drones contra ciudades ucranianas y sus infraestructuras energéticas, que han trastocado los suministro de agua y electricidad, «fueron en parte» la represalia por el ataque del sábado contra la base naval de Sebastopol.