Bancos internacionales han optado por evitar las transacciones que involucran a la isla de Cuba, mientras potenciales inversores aplazan sus planes y empresas extranjeras que operan en el país consideran reestructurarse para reducir riesgos. Estos son algunos de los impactos de las fuertes sanciones de Estados Unidos contra ese país, según publicó Lta.Reuters
El Político
Curiosamente, las firmas extranjeras miraban con interés la apertura de la economía cubana, atraídas por las reformas de mercado y una distensión emprendida por el expresidente estadounidense Barack Obama. Ello ocurrió hace apenas unos años.
Pero el giro dado por el mandatario Donald Trump y el recrudecimiento del embargo de Washington han intoxicado el clima empresarial, en combinación con los problemas económicos locales, ha hecho cambiar el panorama financiero.
Un dato a evaluar es que la administración Trump ha sancionado a casi 200 empresas y hoteles cubanos, así como a cualquier empresa o buque involucrado en envíos del petróleo venezolano a la isla caribeña.
Aparte de esto, Trump activó en abril el Título III de la Ley Helms-Burton de 1996, que permite a estadounidenses demandar a compañías que se benefician de las propiedades que fueron nacionalizadas o confiscadas tras la revolución cubana de 1959.
Algunas de las compañías que han sido objeto de demandas en virtud de la Helms-Burton son American Airlines, Melia Hotels International, Amazon Inc y el prestamista francés Societe Generale, entre otros.
Un agregado comercial europeo, que pidió no ser identificado, afirmó que "la situación es catastrófica, al menos para los países occidentales. No puedo hablar por Rusia o decir China”.
Es de hacer notar que muchos bancos occidentales han rechazado durante mucho tiempo los negocios relacionados con Cuba por temor a infringir las sanciones de Estados Unidos y enfrentar fuertes multas, así como por el mal historial crediticio del país.
El mes pasado, PostFinance, el último banco suizo en procesar transacciones relacionadas con Cuba, informó a sus clientes que ya no lo hará. Rinaldo Tibolla, portavoz del banco, dijo en un correo electrónico que PostFinance confiaba en una red de bancos corresponsales basada en fideicomisos, así como en el acceso a pagos en dólares estadounidenses.
Explicó que “existe el riesgo de que seamos excluidos de este acceso si se permite que continúen los pagos a Cuba, que pueden estar sujetos a sanciones de Estados Unidos”, señaló.
Por su parte, Multibank de Panamá cerró este año numerosas cuentas relacionadas con Cuba y los bancos europeos están restringiendo los clientes asociados con Cuba a sus propios ciudadanos.
Empresarios y diplomáticos dijeron que los grandes bancos franceses, incluido Societe Generale, no quieren tener nada que ver con Cuba y algunos están suspendiendo los pagos a los pensionistas que viven en la isla caribeña.
Curiosamente, clientes de Canadá, Europa e incluso China todavía están interesados en Cuba, dijo el abogado canadiense Gregory Biniowsky, que reside en La Habana y asesora a empresas extranjeras para el bufete Gowlings Consulting Inc.
Varias multinacionales como Nestlé, Unilever, Sheraton, Pernod-Ricard, Total y AB InBev tienen negocios en Cuba y ninguna ha dejado el país en respuesta a las sanciones de Estados Unidos.
Con información de: Lta.Reuters