El Político.- La reciente ronda de sanciones económicas a Venezuela por parte de Estados Unidos tienen como objetivo “un cambio de comportamiento” del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, y “no un cambio de régimen”, indicó hoy Rick Waddell, encargado de Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
“Esperamos que las sanciones concretas a Venezuela cambiarán su comportamiento sin dañar al pueblo venezolano”, afirmó Waddell en un discurso en la conferencia anual de la CAF-Banco de Desarrollo de Latinoamérica que concluye hoy en Washington.
Lea también: Insólito precio del huevo revela la inflación que vive Venezuela
Waddell recalcó que estas acciones contra el Gobierno venezolano “no buscan necesariamente un cambio de régimen”, sino “un retorno a los procesos democráticos”.
No obstante, el general retirado estadounidense advirtió de que de seguir el proceso actual, Venezuela se convertirá en “un estado fallido y “en la segunda dictadura de Latinoamérica”, en referencia a Cuba.
Las palabras de Waddell se producen después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, firmase una orden ejecutiva el 25 de agosto por la que prohíbe las “negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal”.
Estas fueron las primeras sanciones dirigidas directamente al sistema financiero venezolano y después de varias rondas contra altos cargos del gobierno de Maduro.
Waddell retoma así el discurso habitual y de menor confrontación defendido por Washington respecto a Venezuela.
Después de haber sostenido de manera reiterada que la solución a la aguda crisis económica y política de Venezuela debe ser pacífica y a través de elecciones, Trump sorprendió el mes pasado al asegurar que no descartaba la opción militar.
Estas declaraciones generaron rechazo tanto desde Venezuela como desde el resto de Latinoamérica, y marcaron el primer viaje del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a la región el pasado mes de agosto en el que insistió en la necesidad de aumentar “la presión multilateral” y trató de rebajar la tensión, al dejar de lado la opción militar.