Tras los pasos de Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea (UE) aprobó este lunes sus propias sanciones contra Venezuela para favorecer el diálogo entre gobierno y oposición, entre ellas un embargo de armas y futuras medidas contra responsables de este país. AFP
Desde el inicio en abril de las protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos en cuatro meses, varios dirigentes europeos, entre ellos el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, urgieron a la UE a adoptar sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La “Ley” del régimen que amenaza a partidos y prensa venezolana https://t.co/sVnSk262FO pic.twitter.com/SKZSywXLFo
— El Político (@elpoliticonews) November 13, 2017
Pero la instalación de la asamblea nacional constituyente, que rige el país con poderes absolutos desde agosto y que tanto la oposición como países de América y Europa desconocen, supuso la gota que colmó el vaso de una UE que abrió la vía a las sanciones adoptadas.
Embargo de armas
Tras expresar su preocupación por las informaciones sobre violaciones de derechos humanos y uso excesivo de la fuerza en Venezuela, los países europeos deciden prohibir la venta y el abastecimiento de armas, municiones, vehículos y equipos tanto militares como paramilitares.
Los ciudadanos y empresas europeas tienen además prohibido aportar asistencia técnica o servicios de corretaje, así como financiación o ayuda financiera, para actividades militares de este país sumido en una crisis política y al borde del default.
Este embargo se extiende también a los equipos susceptibles de ser utilizados para fines de represión interna, así como a la tecnología que pueda usarse para la vigilancia o la interceptación de internet y de las comunicaciones telefónicas, según la decisión adoptada.
Fuera de la prohibición quedaría el material militar no letal destinado a fines humanitarios, el material de desminado y los equipos no letales destinados únicamente a la protección de las fronteras, a la estabilidad regional y la interceptación de narcóticos.
Lista negra
Los responsables de las violaciones de los derechos humanos o de actos de represión contra la sociedad civil y la oposición en Venezuela, así como aquellos que atenten contra la democracia o el Estado de Derecho, estarán también sometidos a sanciones.
Las personas o entidades señaladas en esta lista negra, que por el momento se encuentra vacía, no podrán viajar a territorio europeo y tendrán sus activos congelados en el bloque. Los países deben aprobar por unanimidad las inclusiones en esa lista.
A diferencia de la UE, Estados Unidos y Canadá han adoptado medidas financieras contra Maduro y varios de sus funcionarios, pero Washington ha ido más allá, al prohibir a sus ciudadanos y empresas negociar deuda emitida por el gobierno venezolano y su estatal petrolera Pdvsa.