"Le robaron fue a la comunidad del Pacífico" dijo Diego Posso, el presidente de la fundación Barco Hospital San Rafaelle quien contó lo que sucedió en el puerto de Buenaventura cuando dos vigilantes fueron lastimados y les robaron varios equipos de navegación y médicos, electrodomésticos y tres motores.
El Político
Para los residentes del Valle del cauca no basta llorar. Hay indignación e luego de que asaltaran a mano armada el Barco Hospital San Rafaelle, que desde 2009 navega por ríos y mares para brindar atención médica prioritaria a más de 80.000 personas del Pacífico Colombiano.
Diego Posso, quien ha estado once años dirigiendo las operaciones de este barco que ofrece atención médica a varias comunidades del Pacífico, indicó que en las horas de la noche entraron diez hombres armados al barco hospital, que estaba en el puerto de Buenaventura, y amarraron a los vigilantes del barco durante una hora y media.
En total, el costo de los equipos robados puede oscilar entre 250 y 300 millones de pesos. "No es un daño a la fundación, es un daño a las comunidades del Pacífico", dijo.
"Esta mañana, a través de un mensaje compartido en su cuenta de Twitter, el personal del barco hospital informó que les fueron robados varios equipos de navegación, electrodomésticos, equipos médicos, así como tres motores, dos de ellos de la lancha ambulancia en la que trabajaban."
De acuerdo con Diego Orlando Posso Paz, uno de los fundadores del Barco Hospital San Rafaelle, los hechos sucedieron en el barrio Kennedy, en donde está el muelle del barco hospital. Relató que sujetos armados llegaron al puerto de Buenaventura, el más importante del país, y, además de robar sus elementos de trabajo, maltraton a los dos vigilantes que estaban de turno. Uno de ellos, según contó, fue trasladado de urgencia a un centro de salud tras recibir un golpe en la cabeza con un revólver.
Además del daño en el barco, se perdieron dos motores fuera de borda y siete computadores donados por el gobierno japonés, además de microscopios, centrifugadoras, la herramienta de navegación del barco y los electrodomésticos que usan los médicos de la misión, que puede llegar a atender hasta a 150 personas diarias.
Posso, que estaba planeando la próxima misión del barco con todos los protocolos que exije la pandemia de la covid-19 en la zona de Guapi, recordó que las autoridades ya están enteradas del hecho y están ofreciendo una recompensa de diez millones de pesos.
"Ahora tenemos que ver cómo replanteamos nuevamente la misión", dijo. "Estamos esperando benefactores privados y empresas que se vinculen para que el barco siga navegando". También invitó a donar al proyecto en la página web www.barcohospitalhsr.org.
Un trabajo arduo que beneficia a millones de personas
"Lo lamento muchísimo porque esto es un trabajo arduo, con las uñas, tocando puertas, buscando ayudas. Los dos motores nos los dio la Embajada de Japón en Colombia, algunos equipos con los computadores también habían sido donados y ahora faltan los equipos", señaló Posso.
Entretanto, las directivas del barco hospital denunciaron los hechos ante las autoridades de Buenaventura y del Valle del Cauca, y solicitaron proceder con las correspondientes investigaciones para dar con los responsables de los sucedido.
Gracias a la misión que el San Rafaelle ha llevado a cabo en el país desde antes y en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, se ha apoyado a miles de familias del Pacífico Colombiano, quienes no cuentan con acceso a medicamentos, consultas médicas, visitas del personal de la salud, afectando así sus posibles diagnósticos y el desarrollo de los tratamientos que requieren.
"Hace 15 días llegamos de misión del río San Juan, donde atendimos a más de 1.800 personas, a donde no llegaba un médico desde el inicio de la pandemia. Con eso le están haciendo un daño a las poblaciones de la Costa Pacífica", aseveró Posso.
Con información de Semana y otras publicaciones