El sector anticapitalista de Podemos ha movido ficha para en el debate previo a la celebración del congreso del partido a principios de 2017. La corriente encabezada por el eurodiputado Miguel Urbán, Teresa Rodríguez y la diputada autonómica en la Asamblea de Madrid Isabel Serra han lanzado este lunes un manifiesto, firmado por más de 100 activistas e intelectuales, que pide un “cambio de rumbo” del proyecto en el próximo cónclave nacional de la formación, bautizado Vistalegre 2.
La antigua Izquierda Anticapitalista reclama que el debate precongresual ayude a sentar las bases para “romper los candados del régimen del 78”. “Es el momento de construir sólidamente por abajo, de avanzar en la construcción de un partido-movimiento descentralizado que refuerce nuestros aciertos y corrija los defectos que hemos arrastrado”, se lee en el texto. “Es el momento de ser oposición a las políticas neoliberales mientras construimos contrapoderes en los barrios, en los centros de trabajo, en las universidades e institutos, en las plazas… Ha llegado también el momento de prepararnos para ganar… aprendiendo de las lecciones de Grecia”. El proyecto político de este sector busca desembocar en un “movimiento popular”. No necesitamos más partidos cerrados, más aparatos, más notables: necesitamos más gente común haciendo política, construyendo el conflicto social contra las élites”.
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Los anticapitalistas de Podemos han ganado peso y pueden inclinar la balanza en el próximo congreso del partido. De momento, se plantean presentar una lista propia para competir con el núcleo duro del secretario general, Pablo Iglesias. En las recientes primarias autonómicas esta corriente, la más izquierdista y radical de la organización, demostró su gran proyección entre los simpatizantes, permitió a la candidatura oficialista de Ramón Espinar ganar frente a Rita Maestre gracias a un acuerdo en la Comunidad de Madrid y confirmó el liderazgo de Rodríguez en Andalucía. Pero la renovación del pacto con Iglesias antes de la celebración del cónclave, bautizado como Vistalegre 2, está rodeada de incógnitas.
El manifiesto, cuya presentación pública será el sábado, reclama una “una asamblea estatal de Podemos que mire hacia afuera, que aborde los debates que tenemos pendientes de forma franca, sin sectarismos ni maniqueísmos”. Esta corriente defiende el llamado sistema Borda para las elecciones de los cargos, un método que funciona como un ranking o una especie de concurso de popularidad de los candidatos y que garantiza mayor proporcionalidad. Rechazan, además, que el consejo ciudadano, máximo órgano de dirección de Podemos, pueda vincular las votaciones de los documentos y de las candidaturas.
Con información de El País