El comerciante colombiano Octavio Figueroa, que fue secuestrado hace nueve meses por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y liberado el pasado 31 diciembre, aseguró hoy que temió por su vida "todos los días" de su cautiverio y dijo desconocer si se pagó un rescate a cambio de su libertad.
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"Todos los días temí por mi vida. Me encomendaba a Dios y le pedía que así como me acostaba, me levantara. A las seis de la tarde me ponían una cadena y así estaba hasta el día siguiente", manifestó en declaraciones a Caracol Radio.
Figueroa, de 66 años de edad, fue entregado a su familia el día de fin de año en el caserío de Majayura, departamento de La Guajira, en la frontera entre Colombia y Venezuela.
El comerciante destacó que sin darle grandes explicaciones, sus secuestradores le taparon la cara y lo subieron a un auto en el que viajó toda la noche hasta llegar a la frontera con Venezuela, allí lo abandonaron después de confirmarle que su familia vendría por él por la mañana.
"El que menos entiende (el cautiverio) soy yo", observó Figueroa, que fue secuestrado cuando se dirigía en su vehículo al complejo minero del Cerrejón (La Guajira) y señaló que los guerrilleros del ELN le indicaron que su rapto fue obra de la delincuencia común y que ellos "se habían hecho cargo" de él.
En Colombia se han dado varios casos como este, en el que una persona es secuestrada por delincuentes comunes que luego "venden" la víctima a guerrilleros que se lucran con el rescate financiero pagado por las familias.
Sobre su situación actual, Figueroa manifestó que se encuentra bien de salud y a la espera de recibir un completo chequeo médico.
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El Gobierno colombiano y el ELN, retomarán el próximo 10 de enero en Quito los contactos para tratar de iniciar formalmente una negociación de paz.
Con información de El Nuevo Herald