El presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, condenó en un duro discurso los reiterados intentos de los aliados de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, por postergar el juicio político que la puede desalojar del poder.
"No podemos presentarle este espectáculo a la sociedad", declaró Calheiros en el pleno del Senado, luego de que parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) demoraran el inicio de una sesión dirigida a escuchar a seis testigos de la defensa.
Como habían hecho este jueves, cuando comenzó la fase final del proceso, los senadores del PT formularon diversas cuestiones previas y fueron trabando la sesión, al punto de que después de dos horas aún no se había podido escuchar a ninguno de los testigos que deben declarar hoy.
"Tenemos que ponerle seriedad a este tumultuoso proceso", exigió Calheiros, quien llegó a afirmar que la sucesión de descalificativos e insultos escuchados en el Senado desde que empezó la fase final del juicio transmite la idea "de que esto es un hospicio".
Calheiros fue especialmente duro con la senadora Gleisi Hoffmann, una de las más fervientes defensoras de Rousseff en el PT, quien en la primera audiencia afirmó que el Senado "no tiene ninguna moral para juzgar" a la mandataria.
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"¿Cómo una senadora puede decir una cosa como esa?", declaró Calheiros, quien recordó que Hoffmann y su esposo, el exministro Paulo Bernardo Silva, son investigados por presunta corrupción que tramita en la Corte Suprema.
El duro pronunciamiento de Calheiros, quien pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del presidente interino Michel Temer, generó protestas de senadores del PT y algún empujón entre los aliados y detractores de Rousseff.
El fuerte tono de las discusiones llevó al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien dirige las sesiones del juicio como garante constitucional del proceso, a adelantar un intervalo de una hora previsto en el cronograma del proceso.
Una vez que declaren todos los testigos, el juicio entrará en receso hasta el próximo lunes, cuando la propia Rousseff comparecerá ante el Senado por primera vez desde que se instauró el proceso, el mismo 12 de mayo en que fue suspendida y sustituida interinamente por el hasta entonces vicepresidente Temer.
Tras escuchar a Rousseff, el Senado abrirá una sesión de debates y luego procederá a la votación final, que decidirá la suerte de la mandataria y está prevista para el martes o miércoles.
Con información de EFE