El Senado de Paraguay aprobó hoy un proyecto de ley que ordena el retiro de las placas que rindan homenaje al dictador Alfredo Stroessner, que presidió de facto el Gobierno paraguayo entre 1954 y 1989, y protagonizó la dictadura más larga del Cono Sur de América.
El proyecto especifica que estas placas, muchas de las cuales se encuentran colocadas en instituciones públicas y expresan gratitud al dictador, deberán ser retiradas.
En su lugar, se colocarán otras que recuerden a "personalidades, lugares y hechos históricos que merezcan ser recordados por la ciudadanía", según un comunicado del Senado.
El texto legislativo argumenta que la eliminación de las placas "representa el sentir de la mayoría de la ciudadanía", que rechaza homenajes que datan del "tiempo de terror, estado de sitio, confinamientos, exilio, tortura y muerte de centenares de compatriotas".
"Estos delitos de lesa humanidad, se suman a las groseras sobrefacturaciones en obras públicas, la entrega de nuestros valiosos recursos naturales, los negociados de toda índole que significaron inmensos perjuicios al Estado paraguayo y el ilegal enriquecimiento de muchos", según el texto del proyecto, que atribuye estos hechos al régimen stronista.
La aprobación del proyecto de ley coincide con el 3 de noviembre, fecha en la que, durante la dictadura paraguaya, se conmemoraba el cumpleaños de Stroessner, y que era conocida por sus seguidores como "fecha feliz".
La retirada de una placa en homenaje a Stroessner durante una protesta estudiantil en un colegio de Asunción el pasado mes de mayo causó polémica entre quienes consideraban que la presencia de la placa era "una ofensa", y quienes tildaron a la acción de los estudiantes de "vandalismo".
Un mes después, en junio, fue eliminada otra placa en recuerdo del dictador en la céntrica escalinata Antequera de Asunción, y fue sustituida por un mensaje en recuerdo de las personas transexuales, muchas de las cuales fueron reprimidas por el régimen dictatorial y utilizaban ese lugar como punto de encuentro.
El régimen militar de Stroessner dejó una secuela de 425 desaparecidos o ejecutados, detuvo a casi 20.000 personas que en su mayoría padecieron torturas, y forzó el exilio de 20.814 paraguayos, según el informe de la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay.
Ya en 2008, esta Comisión pidió al Gobierno paraguayo "desmantelar monumentos públicos y eliminar nombres de lugares públicos de personas consideradas como responsables de violaciones de derechos humanos".
Con información de: EFE