En Georgia, Estados Unidos, un tribunal ha condenado a un matrimonio homosexual a 100 años de prisión por abusar sexualmente y explotar a sus dos hijos adoptivos.
William y Zachary Zulock, quienes adoptaron a los menores en 2018, cumplirán su condena sin posibilidad de libertad condicional. Actualmente, los niños tienen 9 y 11 años.
Los cargos contra los Zulock son alarmantes. William fue hallado culpable de seis cargos de sodomía agravada, tres de abuso infantil agravado, dos de explotación sexual infantil y otros delitos sexuales.
Zachary fue condenado por dos cargos de sodomía agravada, tres de abuso infantil agravado, dos de sodomía, tres de explotación sexual infantil y otros delitos relacionados con la explotación de menores.
La pareja había cultivado una imagen de "familia perfecta" en las redes sociales. La investigación comenzó en julio de 2022, cuando la Oficina del Sheriff del Condado de Walton recibió un aviso sobre posible material de abuso infantil subido a una cuenta de Google desde una dirección IP local.
La Unidad de Explotación y Delitos Informáticos del GBI (Oficina de Investigaciones de Georgia) se unió a la pesquisa tras recibir información del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.
Descubrimiento y sentencia
Durante la investigación, se descubrió que los Zulock habían abusado sexualmente de los niños, lo que fue corroborado por imágenes obtenidas de cámaras de seguridad y mensajes en sus teléfonos móviles.
Un tercer implicado, Hunter Lawless, quien distribuyó material de abuso infantil, también fue arrestado y sentenciado a 20 años.
En agosto de 2023, William Zulock se declaró culpable de todos los cargos, mientras que Zachary admitió su responsabilidad en todos excepto uno, aunque posteriormente también se declaró culpable de este.
El fiscal del distrito subrayó la gravedad del caso y el admirable coraje mostrado por las víctimas durante la investigación.
"La profundidad de la depravación de los acusados no es mayor que la determinación de quienes lucharon por la justicia", afirmó el fiscal McGinley durante la sentencia.