A la disputa comercial, tecnológica, política y militar entre EE. UU. y China hay que sumarle la pugna entre sus servicios de inteligencia.
El Político
La información sobre sus operaciones es escasa y, por su naturaleza, su veracidad debe estar siempre en entredicho.
Pero las investigaciones que han trascendido dibujan una cruda batalla entre los servicios de inteligencia de los dos países por conseguir información sensible del contrario que les permita adelantarse a sus movimientos, reportó El Orden Mundial.
Servicios de inteligencia de EE. UU. y China
Entre bastidores, alejados de los ojos del público pero trabajando incesantemente, los espías estadounidenses y chinos se baten desde hace décadas.
Es algo normal entre países adversarios e incluso entre aliados, como el Reino Unido y Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, o como este último y Francia o Alemania, a cuyos líderes Washington ha espiado durante años.
Pero durante la última década el pulso entre Estados Unidos y China se ha recrudecido.
CIA pierde sus fuentes en China
La labor de los servicios de inteligencia es dar a los Gobiernos información útil para su toma de decisiones.
Así, uno de los objetivos prioritarios de la agencia de inteligencia extranjera de Estados Unidos, la CIA, debe ser obtener información sensible sobre China, país que EE. UU. considera un adversario estratégico.
Hacia 2010, la red de espías que la agencia había cultivado allí estaba en su mejor momento.
Aprovechando la corrupción rampante de las instituciones chinas, la CIA consiguió que sus informantes ascendieran dentro de las estructuras del Partido Comunista Chino (PCCh) y del Ejército pagando sobornos.