Por países europeos o países cercanos, son miles de hombres rusos que huyen luego de que el régimen de Vladimir Putin convocara de manera obligatoria a reservistas de hasta 55 años de edad para el frente de batalla en la guerra iniciada a Ucrania.
El Político
CNN conversó con Vadim, un joven que dice que se sumió en la depresión el mes pasado después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciara un reclutamiento militar para enviar a cientos de miles de reclutas a combatir en Ucrania.
"Me quedé en silencio", dice este ingeniero de 28 años, explicando que simplemente dejó de hablar mientras estaba en el trabajo. "Estaba enfadado y asustado", reportó CNNEspanol.
Cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania en febrero, Vadim dice que salió a las calles de Moscú para protestar, pero la orden de Putin del 21 de septiembre de reclutar al menos 300.000 hombres para combatir le pareció un punto de no retorno.
Muchos jóvenes rusos rechazan la guerra
"No queremos esta guerra", dice Vadim. "No podemos cambiar algo en nuestro país, aunque lo hemos intentado".
Decidió que solo le quedaba una opción. Varios días después de la orden de reclutamiento de Putin, se despidió de su abuela con lágrimas en los ojos y abandonó su hogar en Moscú, tal vez para siempre.
Vadim y su amigo Alexei viajaron tan rápido como pudieron hasta la frontera de Rusia con la antigua república soviética de Kazajstán, donde hicieron fila durante tres días para cruzar.
"Huimos de Rusia porque queremos vivir", dice Alexei. "Tenemos miedo de que nos envíen a Ucrania".
Ambos hombres pidieron no ser identificados para proteger a los seres queridos que quedaron en Rusia.
La semana pasada, en Almaty, la capital comercial de Kazajstán, hicieron fila junto a otros más de 150 rusos recién llegados frente a un centro de registro gubernamental, como parte de un éxodo de personas que eluden el servicio militar.
Rutas y alternativas para escapar del país
En la red social, críticos al gobierno informan sobre rutas y alternativas para escapar del país, al tiempo denuncian cómo la policía busca a los reclutados en sus domicilios para notificarlos sobre el llamado a la guerra.
Desde el Gobierno de Putin aseguran que son 300 mil los llamados, pero los críticos al gobierno aseguran que la cifra llega al millón, informó Ushuaia24.
"En verdad, no tengo miedo. Si quieren, conseguirán tomarlos a todos de igual manera", dijo con resignación Mikhail Bayankin, un trabajador de almacén de 28 años de la ciudad de Cherepovets. Sin embargo, él nunca empuñará un arma, porque no tiene claro los objetivos de la llamada "operación especial” militar: "Hablan de algún tipo de obligación. ¿Qué obligación? Si nuestro país hubiera sido atacado, entonces sí, pero aquí estamos nosotros mismos atacando a un país vecino”, agrega, según consigna DW.
Los que escapan lo hacen en transporte, avión o en vehículos particulares; los destinos cercanos son Georgia, Kazajistán o Mongolia, pero los que tienen dinero eligen Emiratos Árabes Unidos o Turquía, o a Serbia y Finlandia.
Rusia monta centros de reclutamiento cerca de las fronteras
Sin embargo, escapar se vuelve cada vez más difícil para los rusos que quieren eludir la guerra en Ucrania. Las autoridades ahora están abriendo más oficinas de alistamiento militar cerca de las fronteras en un aparente esfuerzo por interceptar a hombres en edad de combatir que intentan salir para evitar la leva, en tanto el presidente Vladimir Putin reconoció “errores” en la puesta en práctica del reclutamiento.
Las autoridades de la región de Saratov, fronteriza con Kazajistán, indicaron que recientemente se abrió una nueva oficina de reclutamiento, y anticiparon la apertura de otra, señaló LaNacion.
También se instalaron oficinas de reclutamiento improvisadas cerca del cruce fronterizo de Verkhny Lars hacia Georgia, en el sur de Rusia, y cerca del puesto de control de Torfyanka, en la frontera con Finlandia.
Los funcionarios rusos dijeron que entregarían avisos de convocatoria a todos los hombres elegibles que intentan abandonar el país.
Más de 194.000 ciudadanos rusos han huido a los vecinos Georgia, Kazajistán y Finlandia, la mayoría en auto, bicicleta o a pie, desde que Putin anunció la semana pasada una movilización parcial de reservistas
En Rusia, todos los hombres menores de 65 años se consideran automáticamente parte de las reservas del Ejército. Los hombres se van solos, con sus familias o amigos. Los pasajes de avión a destinos en el extranjero se agotaron a pesar incluso de que sus precios se dispararon.
Expresar opinión saliendo de Rusia
Más de 200.000 rusos han llegado a Kazajstán tras el anuncio de Putin sobre el servicio militar obligatorio, según el gobierno kazajo.
Y no es difícil detectar a los recién llegados rusos en la principal estación de tren de Almaty. Parece que cada hora salen del tren jóvenes eslavos con mochilas, con aspecto ligeramente aturdido mientras consultan sus teléfonos para saber cómo llegar.
Proceden de ciudades de toda Rusia: Yaroslavl, Togliati, San Petersburgo, Kazán. Cuando se les pregunta por qué se han ido, todos dicen lo mismo: la movilización.
"No es algo en lo que quiera participar", dice un programador informático de 30 años llamado Sergei. Está sentado en un banco fuera de la estación de tren con su esposa, Irina. La pareja, con mochilas y colchonetas enrolladas, dice que espera viajar a Turquía y, con suerte, solicitar visados Schengen para Europa.
La mayoría de los nuevos exiliados rusos habló con CNN bajo condición de anonimato.
Giorgi, un escritor de unos 30 años de Ekaterimburgo, dice que huyó a Kazajstán la semana pasada tras sufrir
La hospitalidad de Asia Central
Los nuevos exiliados rusos no son técnicamente refugiados, en parte porque el gobierno ruso todavía no está oficialmente en guerra con Ucrania. Según el Kremlin, Rusia está llevando a cabo una "operación militar especial" contra su vecino ucraniano.
En la actualidad, los ciudadanos rusos pueden entrar en Kazajstán durante breves periodos con sus documentos nacionales de identidad, y el presidente del país centroasiático ha instado a sus compatriotas a acoger a los recién llegados.
"La mayoría de ellos se ven obligados a marcharse debido a la situación desesperada. Debemos cuidar de ellos y garantizar su seguridad", dijo el presidente Kassym-Jomart Tokayev a finales de septiembre.
En todo Kazajstán ha surgido un esfuerzo popular informal para ayudar a alimentar y alojar temporalmente a los rusos.
"Están huyendo, tienen miedo", dice Ekaterina Korotkaya, una periodista de Almaty que ha ayudado a coordinar la asistencia a los rusos recién llegados.
Almira Orlova, nutricionista radicada en Almaty, dice que ha ayudado a encontrar alojamiento a por lo menos 26 rusos.
"Llegaban a mi apartamento, se quedaban un tiempo y luego se quedaban en los apartamentos de mis amigos", dice.
Pero señala que no recibió la misma hospitalidad cuando se trasladó con su marido ruso a Moscú hace varios años.
Entonces, los caseros rusos se negaron repetidamente a alquilar sus apartamentos porque era "asiática", dijo.
"Cuando les dije que era kazaja, me dijeron ‘lo siento, no puedo’. Y no pudimos encontrar un apartamento durante dos meses", cuenta Orlova.
"Los ciudadanos de Asia Central que fueron a Rusia por motivos de migración laboral se enfrentan a una grave discriminación en Rusia", afirma Kadyr Toktogulov, antiguo embajador de Kirguistán en Estados Unidos y Canadá.
"Migración inversa"
La antigua república soviética de Kirguistán también ha visto una gran "migración inversa" de rusos que huyen del reclutamiento.
"No creo que los rusos que llegan a Asia Central huyendo del reclutamiento tengan el mismo tipo de problemas o se enfrenten al tipo de discriminación que los ciudadanos de las repúblicas centroasiáticas han sufrido durante años en Rusia", afirma Toktogulov.
Toktogulov afirma que su propia familia alquiló recientemente un apartamento en Bishkek, la capital de Kirguistán, a un ruso recién llegado.
Aumento de alquiler
Los expertos inmobiliarios afirman que la avalancha de exiliados rusos ya ha disparado los alquileres en Almaty, la capital kirguisa, Bishkek, y otras ciudades de la región.
El impacto también se está sintiendo en el sector inmobiliario comercial, ya que muchos rusos buscan trabajar a distancia.
"No solo vienen particulares, sino que las grandes empresas (rusas) y los negocios corporativos están trasladando sus empresas a Kazajstán", afirma Madina Abilpanova, socia gerente de DM Associates, una empresa inmobiliaria con sede en Almaty.
Dice que las empresas rusas se han puesto en contacto con ella, buscando reubicar a cientos de sus empleados en un esfuerzo por protegerlos del reclutamiento militar.
"Están dispuestos a trasladarse inmediatamente, a pagar lo que queramos, pero no tenemos espacios", dice Abilpanova.