El reclutamiento desesperado de Rusia, liderada por Vladimir Putin, sigue en marcha debido al déficit de soldados que han perdido en la guerra en Ucrania.
El Político
Y es que no solo la cantidad de bajas que han sufrido en el conflicto armado. También llegan innumerables cantidad de quejas sobre soldados que están en la guerra.
En relación a esto último, un asistente de Ramzán Kadírov, el autócrata que gobierna Chechenia, los fustigó extensamente por televisión, los llamó “ingratos” y los obligó a retractarse. “Me pagaron mucho más de lo que prometieron”, afirmó Nikokai Lipa, el joven ruso que aseguró engaño.
Por lo general, este tipo de quejas podrían ignorarse, pero la reprimenda casi instantánea muestra cómo los funcionarios rusos quieren sofocar cualquier crítica sobre el servicio militar en Ucrania. Necesitan más soldados con desesperación, y ya emplean lo que algunos analistas definitivamente como una “movilización sigilosa” para atraer nuevos reclutas sin tener que recurrir a un reclutamiento nacional masivo políticamente arriesgado.
Combinación de minorías étnicas
Para compensar el déficit de soldados, el Kremlin está recurriendo a una combinación de minorías étnicas empobrecidas, ucranianos de territorios separatistas, mercenarios y unidades militarizadas de la guardia nacional para combatir en la guerra, ya la promesa de cuantiosos incentivos en efectivo para los voluntarios.
“Rusia tiene un problema con el reclutamiento y la movilización”, afirmó Kamil Galeev, analista independiente ruso y exmiembro del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson en Washington. “Básicamente, está desesperada por conseguir más hombres a través de cualquier medio posible”.
El numero de muertos y heridos en el campo de batalla es un secreto muy resguardado en ambos bandos. Hace poco, las fuerzas militares británicas que el número de rusos es de 25,000, con decenas de millas de heridos, de una fuerza invasora de 300,000 efectivos, incluidas las unidades de apoyo.
Sin embargo, los expertos militares afirman que el presidente Vladimir Putin limitó la iniciativa de movilización desde el principio, al negarse a poner a Rusia en una estrategia de guerra que permitiera que las fuerzas comenzaran a convocar a las reservas. Por lo tanto, el Kremlin ha tratado de integrar batallones de reemplazo de otras maneras.
Evitar un reclutamiento militar obligatorio para todos los hombres adultos le permite al Kremlin mantener la ficción de que la guerra es una “operación militar especial”, y al mismo tiempo minimizar el riesgo de una reacción negativa pública que utiliza el fin de las debacles militares de Rusia en el pasado, como la de Afganistán y la primera guerra chechena.
Fuente: Chicago Tribune