Una nota de OKDiario revela que un empresario que se dedica a dar charlas esotéricas sobre la Cábala actuó como socio del consejero delegado de Jamones Joselito, Juan Luis Gómez, en el bono de deuda de Venezuela con el que ambos esperaban repartirse varios cientos de millones de euros actuando como testaferros del dirigente chavista Diosdado Cabello.
El Político
Agrega la nota que el empresario Albert Gozlan se gana la vida vendiendo libros y dando conferencias por internet –donde tiene más de 235.000 seguidores– sobre la Cábala, es decir, la interpretación oculta del libro sagrado del judaísmo, la Torá. Esta enseñanza se basa en el significado secreto de cada uno de los 22 caracteres del alfabeto hebreo.
El empresario montó un lucrativo negocio con su propia escuela virtual de estudios cabalísticos, que denomina Kabbalah Mashiah, a través de la que promociona sus libros con títulos como La Kabbalah del éxito en los negocios, Sexualidad kabbalística o El Teclado de la Computadora Divina (Secretos de las letras hebreas).
Al volante de un Porsche Carrera
Pero como ha informado OKDIARIO, Juan Luis Gómez y Verónica Álvarez se pusieron de acuerdo para apartar a Gozlan de la operación, para evitar repartir con él los beneficios del bono venezolano. Cuando el maestro de la Cábala llegó a Hong Kong, sus otros dos socios le dijeron que las autoridades chavistas exigían nuevos documentos para llevar a cabo la firma del bono (entre ellos, una copia de la escritura de su sociedad traducida al inglés por un intérprete jurado), por lo que se vio obligado a regresar a Madrid.
A los pocos meses, Gozlan logró reunir 190.000 euros que transfirió a una cuenta bancaria de CaixaBank cuya titular es Verónica Álvarez (que en aquel momento vivía en Tarrasa), para participar en el negocio del bono de Diosdado Cabello.
En el vídeo promocional que abre esta noticia, Albert Gozlan explica que sus enseñanzas de la Kabbalah sirven para «proteger el mundo y acabar con las dolencias y carencias del hombre» y generan «un despertar que abre las puertas de bendiciones en todos los aspectos que colman a los humanos, acabando con las carencias y las angustias. Esta enseñanza es desinteresada y gratuita», añade.
No exactamente gratuita. Gozlan tiene un gran número de seguidores en México, donde en 2015 cobraba 900 pesos por persona por asistir a sus conferencias presenciales de cuatro horas de duración, como muestra el siguiente enlace. El pago debía hacerse mediante una transferencia a una cuenta de Bancomer cuyo titular es la empresa Reptech Medical SA de CV, una contratista habitual de la sanidad pública del Gobierno de México.
Un dato a considerar es que Gozlan usó fondos de la misma cuenta bancaria de Reptech Medical SA de CV para transferir 110.000 euros a Verónica Álvarez el 28 de marzo de 2014, con el fin de financiar su participación en el bono de deuda de Venezuela. Es decir, invirtió en el bono de Diosdado Cabello una parte de los fondos que obtiene dando charlas espirituales sobre la Cábala. «Albert Gozlan vive de sus seguidores», que se extienden por toda Hispanoamérica, ha explicado a OKDIARIO un testigo que participó personalmente en la operación.
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