El cantautor cubano Silvio Rodríguez consideró que las transformaciones emprendidas en las esferas administrativa y económica por el gobernante Raúl Castro son “la última oportunidad de los fundadores de la revolución”, y criticó que se contraten trabajadores hindúes en la construcción de un hotel en La Habana para no pagarle un salario en dólares a cubanos.
“Estamos en una especie de punto de no regreso. Lo dijo Raúl [Castro] hace también unos cuantos años. Yo no estoy muy seguro de que sea el último chance de los revolucionarios cubanos, pero sí de que es la última oportunidad de los fundadores de la Revolución”, comentó Rodríguez en un intercambio con los lectores de su blog Segunda Cita.
La reflexión del artista se produjo en medio de un debate por el artículo “Democracia, medios de comunicación y realidades“, de Darío Machado, debatido por numerosos foristas de Segunda Cita.
Estructuras de cartón
“A mí me parece que algunas estructuras, que en el momento de creadas fueron de acero inoxidable, con el tiempo se nos han ido volviendo de cartón. La doble, la triple y la cuádruple moral no siempre se debe a funcionarios corruptos o desentendidos, ni a gente se quiere pasar de lista, sino a que hoy hay problemáticas que no existían cuando surgieron muchas de nuestras estructuras”, argumentó Rodríguez.
El trovador, fiel defensor del régimen cubano, manifestó que ha observado recientemente que a compatriotas suyos de más edad “ya le resbalan algunos absurdos funcionales”, pero advirtió que los jóvenes no tienen por qué “mirar nuestras excentricidades con la misma paciencia que nosotros”.
“Como decía [José] Ingenieros, no tienen complicidad con el pasado”, sentenció el cantautor, quien el próximo noviembre cumplirá 70 años.
Estamos muy jodidos
Rodríguez se manifestó contrariado con la reciente noticia de que un grupo de 200 obreros procedentes de la India fueron contratados por la firma francesa Bouygues para construir el Hotel de la Manzana de Gómez, en La Habana, con salario mensual de $1,600 dólares.
“A mí lo que me tiene loco, más que lo teórico, que siempre es superado por la realidad, es si medidas como preferir que vengan trabajadores indios a construir un hotel, con tal de que cubanos no cobren directamente 1,600 dólares al mes, es parte de ‘el socialismo a que aspiramos’. Si fuera así, me parece que estamos muy jodidos”, escribió el cantautor en respuesta a otro forista.
Añadió que “si basuras como esas sólo son medidas coyunturales por alguna razón puntual, sería muy sano que alguien las explicara porque son cosas muy desmoralizantes”.
En otro momento de su intervención Rodríguez defendió la peculiaridad de democracia dentro del socialismo.
“Cuando hablamos de democracia en Cuba, lo primero que hay que tener claro es que no hemos renunciado a la lógica y la práctica del socialismo –que quiere decir un sistema de distribución de la riqueza más justo– y que por lo tanto la nuestra no puede ser como las democracias representativas de occidente”.
Un lío ético para el socialismo
Según él, el peligro del juego democrático es que “las extraordinarias fuerzas externas que nos han sido hostiles tampoco han renunciado a convertirnos en lo que ellos piensan que debemos ser”.
Rodríguez expresó que la economía es el gran tema pendiente del socialismo.
“Es un lío ético introducir mecanismos capitalistas en el socialismo, los ideólogos de enfrente se regocijan y se envalentonan cada vez que pasa. Pero si la realidad demuestra una y otra vez que los estímulos materiales son necesarios para motivar el trabajo, no es científico y por lo tanto tampoco marxista negarlo”, consideró.
El artista piensa que Cuba vive hoy los riesgos de abrirse al mundo, pues mucho de lo que llega de afuera está originado por una forma de funcionar muy diferente a lo establecido en el país.
Soy un hombre sin partido
“Del mayor contacto con el exterior y de lo que es evolutivo, lo único que me preocupa que “se nos cuele” es la injusticia”, respondió Rodríguez. “Tiendo a pensar que siempre que consigamos que la injusticia no nos entre, la Revolución, lo mejor de esa idea, estará salvada”.
Rodríguez aprovechó además una de sus reflexiones en el foro para criticar el discurso pronunciado por el presidente Barack Obama durante su visita a Cuba, el pasado marzo, algo que ha marcado la tónica del oficialismo, y defender la existencia de un solo partido político en el panorama cubano, aunque se definió como “un hombre sin partido”.
“Creo que todavía necesitamos un partido que sea depositario de nuestra historia, de nuestras realidades –sin esquemas ni sectarismos ni exclusiones. Dos veces le he escuchado decir a Raúl Castro que si tenemos un solo partido deberá ser un partido muy flexible (dónde quepa todo lo que somos, agrego yo con mucha modestia, pero con certeza, ya que personalmente soy un hombre sin partido)”, concluyó el autor de “Ojalá”.
Con información de Caféfuerte