Fue un año difícil y lo reconoció. El 2015 no le trae buenos recuerdos al presidente de la República, Tabaré Váz-quez. El líder frenteamplista volvió al sillón presidencial después de cinco años y debió enfrentar una fuerte pelea con los sindicatos de trabajadores que exigieron mante-ner el ritmo de aumentos salariales, reseña El País.
El resultado fueron varios días de paros, movilizaciones, enfrentamientos entre gremialistas y gobernantes que tensaron la relación al límite, y llevaron al jefe de Estado a emitir un decreto declarando la esencialidad para la educación; un hecho inédito en las administraciones frenteamplista.
Esta historia amenaza con repetirse en 2017, cuando el Poder Ejecutivo ingrese otra vez en la discusión presupuestal.
Es que los sindicatos de la educación advierten una fuerte lucha, ya que exigirán un presupuesto del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2018.
"La mano viene complicadita", dijo a El País el dirigente de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES-Montevideo) Luis Martínez. El sindicalista explicó que ya se visualiza un escenario de alta conflictividad para este año, ya que las previsiones del gobierno para la educación no son las que aspiraban los gremios de trabajadores.
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