El gobierno de Japón está ofreciendo 1 millón de yenes ($ 7500) por niño a las familias que se mudan fuera del área metropolitana de Tokio, en un intento por revertir la disminución de la población en las regiones.
El Político
El incentivo, un aumento dramático de la tarifa de reubicación anterior de 300,000 yenes, se presentará en abril, según informes de los medios japoneses, como parte de un impulso oficial para dar vida a las ciudades y pueblos en declive.
Aunque la población de Tokio cayó por primera vez el año pasado, una tendencia atribuida en parte a la pandemia de coronavirus, los legisladores creen que se debe hacer más para reducir la densidad de población de la ciudad y alentar a las personas a comenzar una nueva vida en partes "pasadas de moda" del país que han sido golpeado por el envejecimiento, la disminución de la población y la migración de jóvenes a Tokio, Osaka y otras grandes ciudades.
Esto ha llevado a que algunas regiones se hayan quedado estancadas en una espiral de despoblamiento, con escuelas en desuso y, en algunos casos, pueblos enteros abandonados.
Según señalaron funcionarios del gobierno a la agencia Kyodo, la oferta es para las familias que viven en algunas de las 23 divisiones que hay en la capital japonesa y las poblaciones vecinas de Saitama, Chiba y Kanagawa.
Y para poder recibir el subsidio, deberán mudarse fuera de este conglomerado urbano, aunque los funcionarios aclaran que también pueden residir en algunas zonas rurales que rodean a la capital japonesa.
Alta densidad
Como lo señala el periodista Leo Lewis, del Financial Times, el problema es que Tokio sigue siendo muy atractiva incluso para las personas que viven allí, con un aumento constante en la demanda de vivienda.
A pesar de la pandemia y de las opciones del trabajo remoto, el precio promedio de un nuevo condominio en Tokio, según el Instituto Económico de Bienes Raíces, superó el punto álgido durante la burbuja inmobiliaria de Japón en 1989.
Y el aumento del estímulo anunciado ahora también tiene un motivo de fondo. De acuerdo al propio gobierno, apenas unas 2.400 personas aprovecharon los subsidios ofrecidos para mudarse de la capital durante el último año fiscal.
Eso es apenas el 0,006% de los casi 38 millones de habitantes que residen en la capital.
Para el periodista británico Justin McCurry, del diario británico The Guardian y residente en Tokio, el principal problema por el que el programa de estímulos del gobierno no ha funcionado como se esperaba es que tiene unos requisitos que impiden que sea muy popular.
"Las familias que optan por este beneficio deben vivir en sus nuevos hogares durante al menos cinco años y un miembro del hogar debe estar trabajando o planeando abrir un nuevo negocio", anota el corresponsal.
"Aquellos que se muden antes de que hayan pasado cinco años tendrán que devolver el dinero en efectivo".
Fuente: BBC