México se preparó para lo peor cuando el presidente Trump amenazó con imponer aranceles elevados a sus exportaciones. Pero a medida que se acerca la fecha límite, los líderes mexicanos esperan haber encontrado una fórmula para evitar los aranceles al actuar con decisión en varios frentes para apaciguar a Trump.
Centrándose en las quejas de Trump sobre la migración y las drogas ilícitas, la presidenta Claudia Sheinbaum está desplegando 10.000 soldados para disuadir a los migrantes de llegar a Estados Unidos, desarrollando los esfuerzos por desarticular las caravanas de migrantes y trasladando a los migrantes en autobús a lugares alejados de la frontera.
Sheinbaum también ha entregado a Estados Unidos a decenas de altos operativos de los cárteles y aceptado información de los vuelos no tripulados de la CIA para capturar a otros. A diferencia de su predecesor, quien afirmó falsamente que México no fabricaba fentanilo, Sheinbaum está desencadenando una ofensiva que ha dado lugar a incautaciones récord de la droga.
Al mismo tiempo, los dirigentes mexicanos imponen sus propios aranceles y restricciones a una amplia gama de importaciones chinas, tratando de persuadir a Trump de que México, y su base industrial de bajo costo, puede ser un socio estratégico para contrarrestar la influencia económica de China.
Trump aún promete imponer aranceles del 25 por ciento el martes. Pero los mercados financieros de México permanecen tranquilos, lo que refleja las expectativas de la clase empresarial del país de que Sheinbaum pueda encontrar una forma de llegar a un acuerdo.
“La forma en que ha sabido gestionar esta crisis ha sido muy superior a la de cualquier otro dirigente”, dijo Diego Marroquín Bitar, académico especializado en comercio norteamericano del Wilson Center, un grupo de investigación de Washington.
Trump elogió a Sheinbaum como una “mujer maravillosa” tras hablar con ella en febrero.
Sheinbaum ha combinado sus medidas públicas conciliadoras para apaciguar a Trump, como el despliegue de tropas, con una mayor cooperación en materia de seguridad entre bastidores y una modesta dosis de oposición a Trump en temas como el cambio de nombre del golfo de México.
No es un equilibrio fácil para Sheinbaum, aunque su índice de aprobación se haya disparado hasta el 80 por ciento. El escepticismo ante la política xenófoba de Trump está muy arraigado tanto en la sociedad mexicana como en Morena, el partido político de Sheinbaum, que combina ideales nacionalistas y de izquierda.
Tras décadas de integración, México depende del comercio con Estados Unidos más que ninguna otra economía importante. Los aranceles, aunque se impongan brevemente, podrían asestar un duro golpe, advierten los economistas.
Trump también amenaza con imponer por separado aranceles del 25 por ciento a las importaciones mundiales de acero y aluminio, que también afectarían a México. Además, el gobierno de Trump está formulando aranceles “recíprocos” adicionales destinados a compensar las restricciones comerciales e igualar los derechos de importación aplicados por otros países.
La incertidumbre sobre los aranceles ya está afectando a la economía de México, ya que las empresas han suspendido sus planes. El banco central recortó su proyección de crecimiento a 0,6 por ciento para este año, de 1,2 por ciento.
Sin embargo, las repetidas amenazas de Trump y su posterior retirada han alimentado la esperanza de que las tensiones puedan aliviarse. Inicialmente prometió imponer los aranceles en su primer día en el cargo, pero luego se retractó dos veces.