Pese al establecimiento de la política que impediría que los migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, muchas personas hacían fila en las ciudades fronterizas mexicanas para ingresar a territorio estadounidense, pues todavía había puertas abiertas, según publicó Lta.Reuters
El Político
Tras la entrada en vigencia de la política el martes, migrantes en Ciudad Juárez y otros pueblos fronterizos mexicanos se mostraron cautelosamente optimistas: los funcionarios estadounidenses todavía estaban llamando a los migrantes a cruzar el puente hacia Estados Unidos y presentar su solicitud de asilo.
Los solicitantes de asilo que viajan a través de un tercer país en su ruta a Estados Unidos, según la rela, deben buscar primero refugio, ignorando reclamos de miles de personas que viajan desde países centroamericanos a través de México en su camino a la frontera estadounidense.
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) confirmó que “los extranjeros sujetos a la prohibición de asilo en tránsito de terceros países serán procesados a través de los procedimientos existentes”.
De esta manera, los migrantes podrían optar a entrevistas con oficiales de asilo de Estados Unidos o tener audiencias frente a un juez de inmigración, pero el filtro será mucho más estricto para que sus reclamos prosperen.
Grupos de derechos humanos como la Unión Americana de Libertades Civiles han interpuesto demandas para bloquear la medida, señalando que viola las obligaciones de asilo de Estados Unidos y obliga a la gente a permanecer en países peligrosos.
El director de derechos humanos de Ciudad Juárez, Rogelio Pinal, señaló que funcionarios mexicanos llamaron el martes en Ciudad Juárez, fronteriza con Texas, a migrantes en la lista de varios miles de personas que esperan para solicitar asilo. Diez personas cruzaron a Estados Unidos el martes por la mañana y otras 10 lo hicieron por la tarde, dijo.
Lo cierto es que cerca de 10,000 personas esperan en ciudades fronterizas mexicanas para solicitar asilo, resultado de una práctica estadounidense denominada “medición” que limita el número de solicitudes de asilo por día en los cruces. Muchos otros solicitantes cruzan ilegalmente entre los puertos de entrada y se entregan a los funcionarios fronterizos.
Las noticias de la nueva política desataron el pánico entre los migrantes. En teoría, se espera que más personas sean deportadas más rápidamente a sus países de origen como resultado de la nueva norma.
Con información de: Lta.Reuters