Debió haber sido muy triste para los amos de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, el contemplar cómo a la juramentación del sucesor de Anastasio Somoza, por quinta vez, no acudió ningún mandatario del mundo democrático.
El Político
Los únicos jefes de estado que le hicieron compañía fueron precisamente, los dos dictadores que con Ortega forman el trío de los repudiados de la región: Nicolás Maduro de Venezuela y Miguel Díaz Canel, de Cuba.
También estuvo el presidente saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien recibió abucheos y gritos de "¡Fuera JOH", cuando fue presentado al público. Durante parte de su discurso, Daniel Ortega reconoció el "coraje" de Hernández de acudir a su acto de toma de posesión.
"Se requiere coraje para estar presente aquí en Nicaragua", señaló Ortega.
Para completar el cuadro allí estuvieron: Salvador Sánchez Cerén, expresidente de El Salvador y Mauricio Funes, también exmandatario salvadoreño con procesos judiciales abiertos en su país.
China, quien encontró una punta de lanza en Ortega para su penetración en América Latina, fue representada por Cao Jianming, enviado especial y vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, con una numerosa comitiva. Horas antes de la investidura, se reunión con los dictadores sandinistas para firmar un tratado que busca revivir la ruta de la seda, la gran ambición del país asiático.
Rusia, por supuesto que también envió una representación.
Ortega molesto por la sanción sus familiares
En su discurso, Ortega se encargó de tildar de "imperialistas" y "colonialistas" a Estados Unidos y a la Unión Europea. Los cuales impusieron nuevas sanciones a funcionarios y familiares del régimen el lunes (10.02.2022). En las que incluyeron a tres miembros del grupo de negocios del Ejército. Uno de los más rentables del país.
Para congraciarse con sus invitados, pidió también el levantamiento del bloqueo contra Cuba y la liberación de Alex Saab. El operador político de Maduro que enfrenta un proceso judicial en Estados Unidos por un rosario de delitos.
La tarima estaba llena de activistas y figuras diplomáticas de bajo perfil.
"El Gobierno yanqui no manda delegados. ¡Qué mejor expresión qué mayor orgullo que tener aquí como representante y delegado del pueblo norteamericano a ciudadanos dignos que luchan por el país!", agregó.
En alusión al veterano de guerra Brian Wilson, quien estuvo sentado en la tarima principal.
Un triste espectáculo el presentado por el dictador nicaragüense en su entronización por quinta vez, cuarta consecutiva como dueño de su nación.
Fuente: Agencias