El ex juez Sergio Moro, el mismo quien puso a Luiz Inácio Lula da Silva tras las rejas y después fungió como ministro del actual mandatario brasileño Jair Bolsonaro, cerró filas con el partido derechista Podemos, mientras las más recientes encuestas le atribuyen un sostenido crecimiento de cara a las elecciones presidenciales de 2022.
El Político
Los sitios informativos de EFE, Semana y DW reseñan los resultados del más reciente sondeo de opinión realizado por la firma Genial/Quaest. Conforme a los mismos, la figura de Moro gana espacios como para quebrar la polarización entre Lula y Bolsonaro.
Mientras, el ex presidente Lula sigue al frente de las inclinaciones electorales con el doble de apoyos sobre el actual jefe de Estado Bolsonaro. Empero ambos pierden fuerza ante la candidatura del ex juez Moro.
Según la consulta de Genial/Quaest, Lula lidera las aún no confirmadas candidaturas con el 46% de los apoyos. Lo secunda Bolsonaro con escaso 23% de las intenciones de voto. Los dos aspirantes no logran despegar en los sondeos. Sin embargo, es previsible que estos puntos porcentuales se eleven hasta 48% y 27% de los favoritismos, respectivamente, sin la presencia de Moro.
Sergio Moro, em discurso de filiação ao Podemos. pic.twitter.com/8OAEnQyjSn
— Sergio Moro (@SF_Moro) November 10, 2021
Sergio Moro ahora con 10% de inclinaciones electorales
La consulta pública se realizó entre el 2 y el 5 de diciembre con un universo de 2 mil 37 personas en todo el país. Y la misma cuenta con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 2 puntos porcentuales, bien hacia arriba o hacia abajo.
Tras instruir el encarcelamiento de Lula, Moro se separó del organismo de administración de justicia ocupar la silla de ministro de Bolsonaro, con quien enemistó Y a la fecha figura tercero en la opinión electoral con un 10% de las intenciones de voto.
Su primer paso para aspirar a una candidatura presidencial lo dio Moro el pasado mes de noviembre, cuando anunció apegarse al partido derechista Podemos. Desde entonces los observadores políticos lo visualizan como el posible aspirante presidencial de centro capaz de romper la actual polarización. Aunque hasta los momentos, el izquierdista Lula lleva las riendas de todos los sondeos internos.
En relación con esta última encuesta, Lula vencería en forma absoluta frente a cualquier otro contendor. No obstante, en estos instantes solo obtendría el triunfo en segunda vuelta con el 55% de los apoyos contra 31% de Bolsonaro. Y con el 53% de los votos contra el 29% de Sergio Moro. La situación es diferente si se coteja con el actual mandatario Bolsonaro. Porque incluso sin la presencia del líder sindical, terminaría derrotado por Moro en una segunda vuelta con el 31% de las intenciones de voto. Frente al 34% de los favoritismos que obtendría el ex ministro.
Sergio Moro confiesa sus intenciones presidenciales
El sondeo también incluyó como eventuales aspirantes a la presidencia carioca al ex candidato progresista Ciro Gomes, quien se ubica en cuarto lugar con un 5% de la intención de voto. Y a Joao Doria, actual gobernador de Sao Paulo y precandidato del PSB, que le sigue en quinto lugar, con solo un 2% de los apoyos.
Moro hizo saber sus intenciones presidenciales desde que se adhirió al partido derechista Podemos. Dijo tajante: “No voy a rehuir de esta pelea. "Hay otros nombres" para construir lo que se denomina "tercera vía". Pero "si fuera necesario que asuma ese proyecto, sepan que estoy a disposición".
Más aún, bajo la consigna "Por un Brasil justo para todos", Podemos presentó a Moro como un posible candidato "contra la corrupción". Así liberal en lo económico y ajeno a la "política tradicional". Y que puede "pacificar" al país y romper la polarización entre Lula y Bolsonaro, ofreciendo una "tercera vía" frente a la ultraderecha de uno y el "izquierdismo" y la "corrupción" del otro.
Moro obtuvo fama de "paladín" de la justicia como juez de la operación Lava Jato. Poco después Bolsonaro lo designó como su titular de justicia tras las elecciones de 2018. Pero en abril le presentó su dimisión, señalándolo de haber claudicado en la lucha contra la corrupción. "Había al menos una posibilidad de que funcionara y no pude resistirme: acepté la invitación y me uní al gobierno", sentenció Moro.