El Banco de México afirma que la principal razón del reciente deterioro de la cuenta corriente corresponde a una disminución de los ingresos públicos, por lo que “parecería ser más eficiente que la corrección se lleve a cabo a través de un ajuste fiscal”.
“Un ajuste en el gasto público tendría un efecto más directo sobre la absorción de recursos en la economía que los derivados de una acción de política monetaria”.
Por ello, se concluye que la política fiscal se constituye como la herramienta más eficiente para llevar a cabo el ajuste que actualmente parecería ser deseable para propiciar saldos adecuados en la cuenta corriente, agrega en el análisis Evolución Reciente de la Cuenta Corriente, publicado en su Informe Trimestral de abril-junio de 2016.
Precisó que medido en términos del PIB, desde 2013 el déficit de la cuenta corriente se ha venido ampliando gradualmente, lo cual fue más notorio entre 2014 y 2015, cuando se deterioró en 0.84 puntos del PIB.
En su Informe Trimestral de julio-septiembre, Banxico estima que en el tercer trimestre de 2016 el déficit de la cuenta corriente se habrá ubicado en niveles cercanos a 2.9 por ciento del PIB, aproximadamente 7.5 miles de millones de dólares.
“Respecto a las previsiones sobre las cuentas externas, si bien se siguen anticipando déficit de la cuenta corriente como proporción del PIB mayores a los observados en 2014 y 2015, se prevé que el esfuerzo de consolidación fiscal contribuya a estabilizar la cuenta corriente”, subraya.
En particular, para 2016, se anticipan déficit en la balanza comercial y en la cuenta corriente de 15.2 y de 31.5 miles de millones de dólares, respectivamente (1.5 y 3.0 por ciento del PIB, en el mismo orden), proyecta.
EXPECTATIVA PARA
EL PRÓXIMO AÑO
“Para 2017, se prevén déficits en la balanza comercial y en la cuenta corriente de 12.6 y 30.9 miles de millones de dólares, respectivamente (1.2 y 3.0 por ciento del PIB, en el mismo orden) y para 2018, se esperan déficit en la balanza comercial y en la cuenta corriente de 12.3 y 33.9 miles de millones de dólares, respectivamente (1.1 y 3 por ciento del PIB, en el mismo orden)”, señala la autoridad monetaria.
El instituto central explica que el incremento en el déficit de la cuenta corriente podría dar lugar a ciertas preocupaciones si se toma en cuenta la naturaleza de los choques que la afectaron y el entorno económico interno y externo prevaleciente.
“En primer lugar, la disminución en el precio del petróleo, que ocasionó un fuerte deterioro en los términos de intercambio petrolero que enfrenta México, no parecería ser un fenómeno transitorio. Si bien se prevé cierta recuperación en dichos precios, no se anticipa que regresen a los niveles observados a mediados de 2014”, refiere el instituto central
“En segundo lugar, la composición de la absorción interna parecería estar sesgada hacia un mayor gasto en consumo respecto al de inversión”.
En tercer lugar, las condiciones de financiamiento externas se han tornado más astringentes y, dado el complejo contexto internacional, se prevé que continúe dificultándose el financiamiento del exterior.
Con información de Dineroenimagen