La banca suiza participará a partir de 2018 totalmente en el programa de intercambio automático de información bancaria promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dijo hoy el director ejecutivo de la Asociación de Bancos Suizos (ABS), Claude-Alain Margelisch.
En el marco de ese programa, los establecimientos financieros -incluidos bancos y seguros- reunirán las informaciones sobre las cuentas y depósitos de títulos de sus clientes sujetos a impuestos en el extranjero para comunicarlas, una vez al año, a las entidades fiscales suizas, que a su vez las transmitirán a las autoridades fiscales del país que corresponda.
Los datos que se comunicarán incluyen los ingresos de capital y el saldo de las cuentas.
Margelisch señaló que Suiza trabaja actualmente con la OCDE para la adopción de medidas que garanticen la protección de los datos que se intercambiarán, los que sólo podrán ser utilizados con objetivos fiscales.
La plaza financiera suiza es una de las más importantes y reputadas del mundo, una categoría que no ha perdido a pesar de los ajustes que la OCDE le impuso y que han significado poner fin al secreto bancario, que había sido uno de los pilares de la actividad bancaria helvética y uno de sus mayores atractivos.
"Los bancos están listos, contamos con una reglamentación aprobada por el Parlamento, tenemos las normas para que los bancos apliquen las reglas de manera muy precisa, como por ejemplo sobre el tratamiento de las cuentas, y ahora los bancos están trabajando en los sistemas informáticos", explicó el banquero.
Al hacer un balance de la situación de los bancos suizos, Margelisch señaló que los establecimientos consiguieron superar los desafíos que planteó la crisis financiera que estalló en 2008 y mantener estables sus negocios, que actualmente les generan beneficios anuales conjuntos de 16.000 millones de francos (14.800 millones de euros).
En el periodo transcurrido desde la crisis, el número de bancos instalados en Suiza apenas ha disminuido, pasando de 275 a 266 en la actualidad, de los cuales la mitad son extranjeros.
El banquero aseguró que Suiza se mantiene en la primera posición en materia de gestión de fortunas extranjeras y detiene un 25 % de este mercado a nivel mundial, con activos que llegan a los 6,5 billones de francos (unos 6 billones de euros) bajo su gestión.
El 50 % de esa suma pertenece a extranjeros, "lo que demuestra que los clientes no se han ido de Suiza", enfatizó Margelisch.
Sobre los intereses de los bancos suizos, el responsable de la ABS mencionó que para éstos resulta vital el acceso a los mercados financieros, en particular de la Unión Europea, para lo cual Suiza ha optado por negociar acuerdos bilaterales, empezando con Alemania, Italia y Francia, países con los que tiene fronteras.
También indicó que "han habido discusiones y evidentemente hay interés en ir en la misma dirección" en el futuro con España y con otros países europeos.
Con información de EFE