El Parlamento del Reino Unido debe autorizar la activación del artículo 50 que pone en marcha el "brexit", la salida británica de la Unión Europea (UE), según dictaminó hoy el Tribunal Supremo.
Con esta decisión, la máxima instancia judicial británica rechazó el recurso que había presentado el Gobierno contra un fallo anterior que le obligaba a consultar a los diputados antes de invocar el decisivo artículo del Tratado de Lisboa, que inicia las negociaciones sobre la retirada de un país del bloque comunitario.
En una resolución histórica, que puede complicar las cosas al Gobierno de Theresa May, el Tribunal Supremo británico ha fallado este martes por la mañana que el Parlamento deberá aprobar la activación de las negociaciones de salida de la Unión Europea. El fallo -aprobado con el voto en contra de solo tres de los 11 magistrados y leído por el presidente de la sala a las 9.30, hora de Londres- entrega a los diputados la posibilidad de enmendar y entorpecer los planes de la primera ministra de conseguir un Brexit limpio y duro, que saque completamente a Reino Unido del mercado único para recuperar el control total sobre la inmigración.
El Gobierno reclamaba su derecho a utilizar la prerrogativa real -que permite al Ejecutivo tomar determinadas decisiones en nombre de la Corona sin consultar al Parlamento- para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que abre el plazo de dos años de divorcio de la UE. Pero una serie de ciudadanos, encabezados por la ejecutiva de la City Gina Miller, a los que se ha sumado en segunda instancia el Gobierno autónomo escocés, defienden que la negociación del Brexit requiere la aprobación parlamentaria, ya que la salida de la UE sustraerá a los británicos derechos que les han sido garantizados por el propio Parlamento. Así lo ha confimrado el Supremo, que reconoce en su fallo la vigencia de la prerrogativa real pero advierte de que no puede utilizarse para cambiar leyes, algo para lo que solo el Parlamento es soberano.
Con información de EFE