La normalidad vuelve hoy Tailandia mientras las autoridades buscan a los culpables de la cadena de atentados con bomba que entre el jueves y el viernes causó cuatro muertos y 35 heridos, incluidos 10 extranjeros.
El primer ministro y jefe de la junta militar que gobierna el país desde hace dos años, el general Prayut Chan-ocha, pidió a la población que permanezca unida, que tenga paciencia y que no especule y de tiempo a la investigación para que esclarezca los hechos.
"Todavía hay mala gente, y llevan actuando desde antes del referéndum (constitucional)", dijo el mandatario, sin acusar directamente a nadie durante una comparecencia televisada el viernes por la noche.
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Los tailandeses votaron en las urnas el 7 de agosto a favor de la Constitución propuesta por Prayut, pese a que los principales partidos del país pidieron el "no" porque el texto era menos democrático que el anterior.
Prayut prometió por televisión que, mientras aún no tienen claro quiénes son los autores y sus motivos, la investigación lo averiguará y llevará a los culpables ante la justicia.
La hipótesis de las motivaciones políticas se ve reforzada por el hecho de que los explosivos usados estaban ensamblados igual que otros utilizados en acciones antigubernamentales en el pasado, según expertos citados por el diario local The Nation.
Una bomba de este tipo fue la que mató a 20 personas e hirió a 125 en el templo hindú Erawan, en el centro comercial de Bangkok, el 17 de agosto de 2015.
Con información de EFE