El mandatario estadounidense, Donald Trump, abrió este lunes la puerta a declarar por escrito ante el Congreso en el marco de las investigaciones para un posible juicio político contra él, lo que supone un giro radical en su estrategia para tratar de evitar que funcionarios de su Gobierno testifiquen sobre el caso de Ucrania, informó El Comercio.
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“A pesar de que no hice nada malo y no me gusta dar credibilidad a este engaño sin debido proceso, me gusta la idea y lo haré para que el Congreso vuelva a centrarse (en temas legislativos). ¡Me lo estoy planteando seriamente!”, posteó Trump en su cuenta Twitter sobre una hipotética declaración acerca de la llamada telefónica de julio pasado con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.
El portal destaca que las pesquisas de la Cámara Baja buscan determinar si Trump bloqueó de manera consciente la entrega de ayuda militar de 400 millones de dólares a Ucrania para obtener una investigación de Kiev sobre el ex vicepresidente y su actual rival político, Joe Biden, y los negocios de su hijo Hunter en ese país.
Esta es la primera vez que Trump habla sobre la posibilidad de testificar ante el Congreso, que hasta ahora ha acogido varias audiencias públicas en la primera fase de la investigación para un eventual juicio político, y representa un cambio en su táctica de esquivar las citaciones de los demócratas en la Cámara Baja.
El último en rehuir una de ellas fue el jefe interino de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, cuyo abogado esperó hasta el último minuto antes de que empezara la audiencia a la que debía asistir para informar a los congresistas de que desobedecería la citación judicial y no asistiría, tras acogerse al principio de «inmunidad absoluta» de los asesores del presidente.
En caso de que Trump finalmente presente una declaración por escrito en lugar de testificar ante el Congreso en persona, el mandatario eludiría las preguntas de los legisladores liberales que podrían ponerle en peligro de perjurar accidentalmente contra sí mismo.
Precisamente, ese fue el principal temor de su equipo legal cuando se puso sobre la mesa la posibilidad de que Trump declarase en persona frente a Robert Mueller, el fiscal especial que investigó la conocida como “trama rusa”, que indagó sobre la injerencia rusa en la campaña de las elecciones de 2016.
Fuente: El Comercio