El presidente brasileño, Michel Temer, anunció un plan de incentivos a la inversión en infraestructura en los 5.556 municipios del país, dotado de 5.700 millones de reales (1.780 millones de dólares) y que dependerá de proyectos locales.
El programa, que promoverá la participación de empresas públicas y también del sector privado nacional y extranjero, estará destinado sobre todo a obras de saneamiento básico, iluminación y movilidad urbana, pero también a mejoras en los servicios de agua potable, entre otros.
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Temer hizo el anuncio en una ceremonia en la que participaron cientos de alcaldes y parlamentarios y en el que no hizo ninguna alusión, ni siquiera indirecta, a su delicada situación jurídica.
El presidente ha sido acusado formalmente de corrupción pasiva por la Fiscalía y la denuncia se tramita en la Cámara de Diputados, que en los próximos días se pronunciará sobre el asunto y, si aceptara los cargos, autorizaría al Supremo a iniciar un juicio penal contra el mandatario, quien puede ser suspendido por 180 días del cargo.
Con información de EFE
