El presidente brasileño, Michel Temer, sancionó la reforma laboral propuesta por su Gobierno y aprobada por el Senado, una ley que según el mandatario "preserva los derechos" de la clase obrera.
Estamos preservando los derechos de los trabajadores, no porque queramos y sí porque la Constitución así lo determina", destacó Temer en un pronunciamiento en el Palacio de Planalto tras firmar la llamada "Ley de la Modernización del Trabajo", que entrará en vigor en 120 días.
De acuerdo con el gobernante, cuya continuidad en el cargo está amenazada tras ser denunciado por la Fiscalía por un delito de corrupción pasiva, "los derechos de los trabajadores están asegurados en la Carta Constitucional" y con la nueva ley el cumplimiento de esas garantías "se perfecciona".
Acorralado por escándalos de corrupción y con una popularidad baja, Temer se anotó con la sanción de la reforma laboral una importante victoria en su gestión.