Millones de personas regresan hoy lunes a su jornada laboral temiendo un recrudecimiento de los ciberataques como el que el viernes afectó a 200.000 usuarios en al menos 150 países.
El temor se centraba particularmente en Asia, donde el viernes, a la hora en que se produjo el ataque, la actividad económica de la jornada había ya acabado.
"Cientos de miles" de ordenadores chinos, en 30.000 instituciones, entre ellas ministerios, hospitales, universidades, y cajeros automáticos, fueron infectados por el virus, comprobó el domingo por la noche la empresa de seguridad informática china Qihoo 360.
Los medios oficiales chinos, citando a responsables del gobierno, aseguraron que el cibertaque seguía extendiéndose este lunes, pero a un ritmo menor.
El secretario de Estado de Seguridad británico, Ben Wallace, dijo este lunes a la radio BBC que todavía no sabían si los ataques "arreciarían o se estabilizarían", y expresó su esperanza de que los hospitales del país, particularmente afectados, puedan volver a la normalidad tras los trabajos efectuados este fin de semana.
Cientos de miles de ordenadores en todo el mundo, sobre todo en Europa, están infectados desde el viernes por un virus "ransomware" (de ‘ransom’, rescate en inglés, y ‘ware’ por ‘software’, programa informático en inglés) que explota un fallo en los sistemas operativos Windows, conocido y explotado por los servicios de espionaje estadounidenses y que trascendió cuando se publicaron documentos secretos de la agencia de seguridad nacional estadounidense NSA.
El virus, llamado "Wannacry", bloquea archivos de los usuarios y los obliga a pagar una suma de dinero en bitcoins, la moneda virtual, difícil de rastrear, si quieren recuperar su acceso.
"Cientos de miles" de ordenadores afectados en China por los ciberataques
"Cientos de miles" de ordenadores y casi 30.000 instituciones, incluidas agencias gubernamentales, resultaron afectadas en China por el ciberataque global del viernes, según una empresa de referencia en ciberseguridad del gigante asiático.
Al menos 29.372 instituciones que van desde organismos gubernamentales a universidades, pasando por cajeros automáticos y hospitales resultaron "infectados" durante este ataque informático sin precedentes, anunció Qihoo 360, uno de los primeros proveedores de programas antivirus en China.
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De Rusia a España y de México a Vietnam, una multitud de ordenadores, sobre todo en Europa, se han visto afectados desde el viernes debido al ataque con ‘ransomware’, un programa que cifra los archivos informáticos y obliga a los usuarios a pagar una suma de dinero, a menudo en moneda virtual, para recobrar su uso.
Con sus 731 millones de internautas, China no se libró de los ataques.
En un informe fechado el domingo, Qihoo 360 explica que este programa maligno se propagó rápidamente en los centros de educación superior, afectando a más de 4.000 universidades y centros de investigación.
Decenas de universidades chinas emitieron alertas durante el fin de semana y recomendaron a sus estudiantes cortar cualquier conexión a internet antes de encender sus ordenadores.
Qihoo 360 no proporcionó sin embargo detalles sobre la extensión de los daños infligidos y las autoridades chinas siguen siendo sumamente discretas sobre la situación.
El organismo nacional encargado de la ciberseguridad, citado el lunes por la prensa estatal, se limitó a asegurar que el ataque seguía propagándose en el país aunque a un ritmo mucho más lento.
PetroChina, una petrolera controlada por el estado, anunció que se había visto obligada a desconectar durante 12 horas el sábado las redes que unen a las gasolineras entre ellas, después de que el sistema de pago electrónico dejara de funcionar.
En ese intervalo, los clientes solo pudieron pagar en metálico. El domingo por la noche, sin embargo, alrededor del 80% de la red estaba de nuevo conectada, siempre según PetroChina.
Los medios oficiales también señalaron el lunes que los servicios de policía de varias grandes ciudades chinas suspendieron la mayoría de sus actividades, salvo las intervenciones urgentes, sin que se pudiera establecer un vínculo claro con el ciberataque.
En Japón, el conglomerado Hitachi señaló por su parte que sus redes informáticas se habían vuelto "inestables", lo que perturbaba el funcionamiento de sus mensajerías electrónicas pero sin afectar a la producción, explicó un portavoz del grupo que pidió anonimato.
Unos 2.000 ordenadores pertenecientes a 600 empresas y organizaciones resultaron afectados en ese país, según cifras de las autoridades encargadas de gestionar la situación reproducida por la prensa japonesa.