Desde la seis de la mañana de este lunes, ha dejado de fluir en Alemania, el gas que transporta del gasoducto Nord Stream 1.
El Político
El Nord Stream 1 es una tubería que une Rusia con Alemania a través del fondo del mar Báltico y que transporta anualmente 55.000 millones de metros cúbicos de gas.
El cese del envío de gas por diez días se hace cada año para realizar los trabajos rutinarios de mantenimiento. Una rutina de trabajo que en esta ocasión el gobierno alemán teme que le sirva a Putin como excusa para evitar que se restablezca el suministro a partir del 21 de julio.
Una turbina para activar el Nor Stream 1
La gigantesca empresa energética rusa Gazprom ya ha adelantado que no podrá volver a poner en funcionamiento el Nord Stream 1 sin una turbina de fabricación alemana que se está reparando en Canadá y que permanece bloqueada por las sanciones internacionales contra Rusia.
Canadá, después de consultar con Alemania y con la Agencia Internacional de la Energía, ha establecido una exención temporal de las sanciones contra Rusia. Para poder enviar a toda prisa la turbina. La cual será trasladada por la empresa alemana Siemens hasta territorio ruso.
En medio de quejas y lamentos del gobierno ucraniano, que denuncia que Alemania y Canadá están siendo manejadas por "los caprichos de Putin".
Islas de calor
Ante la crisis del gas, el director de la Mancomunidad de Pueblos y Municipios, Gerd Landsberg, ha solicitado ayudas al gobierno central.
Aspira convertir gimnasios de colegios y espacios utilizados anteriormente para enfermos de Covid en dormitorios colectivos con calefacción para las personas más pobres. Las cuales no podrán ya calentar sus casas.
El ministro de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, predijo un "escenario de pesadilla política" en cuanto desciendan las temperaturas.
Porque es muy posible que el gobierno se vea obligado a racionar el consumo de gas a hogares y empresas, y porque muchos alemanes no podrán permitirse pagar el precio del gas que les corresponda en ese sistema de racionamiento.
La portavoz de política económica de la conservadora CDU, Julia Klöckner, no solamente rechaza la idea de las "islas de calor".
"Proporcionar islas de calor para los pobres ciertamente no puede ser la solución", señala.
Además criticó a Habeck por declaraciones tan alarmistas.
"Sencillamente no deberíamos dejar que las cosas lleguen tan lejos en Alemania. Nadie debería tener que congelarse entre sus cuatro paredes el próximo invierno. El alarmismo permanente no nos ayuda a ninguno de nosotros. En lugar de tanta descripción, ahora es el momento de actuar, todavía estamos esperando a que el gobierno federal nos presente su plan si el gas deja de fluir desde Rusia".
Los rusos tienen muchas opciones de hacer daño, y el gas para Alemania es uno de ellos.
Fuente: Agencias