Con la idea de competir directamente en el mercado europeo, el fabricante de autos eléctricos Tesla puso en funcionamiento su planta en Alemania.
El Político
La empresa estadounidense dice que su nueva “Gigafábrica” empleará a 12.000 personas y producirá medio millón de vehículos por año.
El canciller alemán Olaf Scholz y el ministro de Economía, Robert Habeck, asistieron a la ceremonia inaugural en Gruenheide, a las afueras de la capital, con el jefe de Tesla, Elon Musk.
Habeck dijo que la inauguración de la fábrica era un “lindo símbolo” de que se pueden reemplazar los autos a gasolina por vehículos eléctricos en momentos que Alemania y otras naciones tratan de reducir sus emisiones de gases de invernadero e independizarse del petróleo ruso.
Tesla inició la construcción de las enormes instalaciones hace menos de tres años, antes de recibir los permisos oficiales. De no haberlos obtenido, se habría visto obligada a derribar todo.
“Es una cultura empresarial del riesgo distinta”, dijo Habeck al comparar el enfoque de Tesla con la lentitud de los proyectos de construcción alemanes, como el nuevo aeropuerto de Berlín, cuya construcción inició con nueve años de demora.
Activistas ambientales han advertido que la fábrica podría afectar el suministro de agua potable en la región.
Tesla ha hecho caso omiso de las advertencias. Ha negado a la mayor parte de la prensa el acceso al lugar y a la ceremonia del martes.