El estado de Texas está evaluando un plan para enviar los autobuses con inmigrantes ilegales al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en lugar de mandarlos a las ciudades santuarios. Esta medida, además iría acompañada de de un aumento del número de buses de ilegales.
Las autoridades del Estado de la Estrella Solitaria creen que, con esta medida, los sin papeles serían procesados rápidamente para su deportación. Texas quiere hacer frente a la crisis fronteriza que se vive en el país y forma parte de la operación Lone Star impulsada por el gobernador Greg Abbott.
"Siempre estaremos involucrados en la seguridad fronteriza mientras seamos un estado fronterizo (…) Hemos gastado mucho dinero de los contribuyentes para tener el nivel de disuasión que tenemos en la frontera y no podemos simplemente darnos por vencidos", dijo una fuente del Gobierno de Texas a The New York Post.
En ese sentido, la fuente detalló que la logística para llevar adelante el plan sería que los autobuses alquilados por Texas desde ciudades fronterizas serán redirigidos desde lugares santuarios como Nueva York, Chicago y Denver, a centros de detención federales para ayudar a los agentes del ICE.
Entre tanto, el nuevo zar de todas las fronteras explicó que aunque el gobernador no le ha mencionado el plan, está dispuesto a colaborar para que esto se lleve adelante.
"Vamos a ayudarlos a terminar este trabajo y a proteger a Texas y vamos a trabajar en conjunto. Y [Abbott] no tiene que preocuparse de que esta administración lo demande… para proteger la frontera de Texas", señaló Homan.