La industria petrolera del suroeste de Irán sigue este martes, por segundo día consecutivo, golpeada por huelgas de trabajadores.
El Político
A las protestas en Irán, que en principio estaban encabezadas por las mujeres, a las que se han ido sumando artistas, deportistas y ciudadanos de distintos sectores, acaba de agregarse uno de particular importancia: trabajadores petroleros.
Según la información de las redes sociales que recoge France Presse, se registran paros en la refinería de Abadan, en Kangan y en la petroquímica de Bushehr.
Al igual que en las protestas que se sucedieron en 1978, los trabajadores portan carteles en los que se pide «Muerte al dictador», en este caso el Líder Supremo del régimen fundamentalista, el ayatolá Ali Jamenei.
La ola de protestas que vive Irán, desde hace casi un mes por la muerte de la joven kurda, Masha Amini, a manos de la policía, por no llevar el velo islámico, y que se ha extendido a toda la nación, avanza con mucha fuerza, particularmente en la región kurda.
Por qué es importante
La huelga de los trabajadores petroleros que recuerdan las condiciones de las protestas populares que en 1979 precipitaron la caída del Sha y la llegada de la dictadura clerical de Jomeini.
Imágenes difundidas por las redes sociales muestran convoyes de carros de combate en dirección al Kurdistán iraní, donde la protesta contra el régimen es más virulenta.
El recurso a la fuerza bruta retrotrae a las protestas de 2019, pero aún más a las que condujeron a la huida del país de la familia real hace varias décadas. Al término de varios meses de manifestaciones y huelgas en el sector petroquímico iraní.
Today contract oil workers at the world’s largest natural gas field went on strike in Iran joining the university strikes and school protests across the country. #IranProtests2022 pic.twitter.com/iLbzoFfOEm
— Maryam Alaniz (@MaryamAlaniz) October 10, 2022
Balance de las protestas en Irán: 185 muertos
El último informe de las organizaciones de derechos humanos eleva a 185 los muertos por las protestas, entre ellos 19 menores de edad. La mayor parte de las víctimas se han registrado en ciudades del Kurdistán iraní, donde el ejército reprime las protestas.
El régimen reitera, a través de los medios de comunicación oficiales, que el levantamiento está movido «desde el exterior» por los «enemigos de Irán», y que ha llevado a cabo varias operaciones de castigo contra objetivos nacionalistas kurdos dentro de Irak.
Teherán ha elevado además al máximo la tensión diplomática con varios países europeos, en particular Francia.
En conclusión
La detención y muerte de Masha Amini, de 22 años, cuando estaba bajo custodia policial, ha sido solo el detonante de una protesta que va más allá de las reclamaciones de las mujeres iraníes.
El contexto social se parece más al de las vísperas de la caída de la monarquía absoluta, con protestas en fábricas y ciudades que no logró detener la represión con las armas.
Paradójicamente se produce en un momento en el que la dictadura fundamentalista se pavonea en la esfera internacional con los nuevos lazos establecidos con Rusia y China.
Fuente: Agencias