El Banco de la Reserva Federal de San Francisco se encuentra bajo el ojo del huracán tras las recientes quiebras de Signature Bank, Silicon Valley Bank y Silvergate Bank.
El Político
Estas debacles también han puesto en la picota a los reguladores financieros, en particular al Banco de la Reserva Federal de San Francisco, supervisor de Silvergate y Silicon Valley Bank.
En medio de estos fracasos, ha resurgido una cuestión que se impuso durante la crisis financiera de 2008: ¿Está la Reserva Federal, encargada de supervisar a los bancos de los que es el principal regulador, demasiado compinchada o alineada con ellos para hacer su trabajo?
Reserva Federal bajo supervición
Un factor que contribuye a esa opinión es la práctica de los bancos regionales del sistema de la Reserva Federal de que los ejecutivos de las instituciones que regulan formen parte de sus consejos de administración, reportó NBCnews.
A partir de 2019, Gregory Becker, el ex CEO de Silicon Valley Bank, que presidió su ascenso y caída, fue director de la Fed de San Francisco. Tras el colapso de su banco, fue destituido de la junta de la Fed de San Francisco.
Lynn Turner, antigua jefa de contabilidad de la Securities and Exchange Commission, interactuó con la Fed durante décadas, como auditora y como reguladora
"La Reserva Federal sirve para proteger a los bancos en lugar de servir a los depositantes e inversores estadounidenses", dijo en una entrevista Turner. "Llamar a la Fed ‘supervisor bancario’ con ejecutivos bancarios en sus consejos es absolutamente un oxímoron".
¿Hay responsabilidad en la Fed?
Silvergate, con 12.000 millones de dólares en depósitos, y Silicon Valley Bank, con 160.000 millones, se hundieron por motivos diferentes.
Pero, según los analistas, los riesgos crecientes en las operaciones de ambas instituciones estaban a la vista. Sin embargo, los examinadores de la Reserva Federal responsables de vigilarlas parecen haber hecho poco o nada para corregirlas o frenarlas.
Y, a diferencia de otros reguladores financieros, la Fed también pareció hacer caso omiso de una advertencia que recibió el verano pasado sobre los riesgos de corrida bancaria planteados por las operaciones de cripto sin restricciones.
Signos que no se tomaron en cuenta
Ciertamente, las banderas rojas ondeaban en ambas instituciones, según los analistas. En Silicon Valley Bank, las señales eran una minúscula posición de efectivo disponible para las demandas de los depositantes: sólo el 6% de los activos, en comparación con el 9,5% de sus instituciones homólogas, según muestran los registros reguladores.
Y la oleada de depósitos del banco -más del triple en tres años, de 57.000 millones de dólares a 183.000 millones en 2022- debería haber planteado dudas sobre la capacidad de su dirección para gestionar tal crecimiento, según los analistas.
"La conclusión es que hubo una supervisión regulatoria laxa de las operaciones de Silicon Valley", escribió Charles Peabody, un veterano analista bancario de Portales Partners LLC, en una nota a clientes el 12 de marzo.