Cada día más países del mundo consideran a China responsable de la pandemia del coronavirus de Wuhan. Una de las pruebas las dio la científico que escapó y mostró como su país fue el causante del virus que ha asesinado a más de 2 millones de personas en todo el planeta. Ahora, dos periodistas muestran -en un documental- como la dictadura del partido comunista chino ocultó la verdad de la gravedad del mortal microorganismo.
El Político
El documental que salió a la luz pública mostrando la realidad de lo que ocurrió en Wuhan cuando comenzó la pandemia, confirma lo que muchas naciones y Ongs, han denunciado: China a través de la represión ocultó la real gravedad del nuevo coronavirus. Por eso fue más fácil su propagación por el planeta.
“3 días que detuvieron al mundo”, es un documental filmado por dos periodistas chinos entre el 19 y el 22 de enero de 2020. En el video dan a conocer como -a través de una brutal represión- el partido comunista destruía a las personas que querían informar lo que estaba ocurriendo.
La cadena de noticia con sede en Catar, Al Jazeera, se encargó de divulgar el video que realizaron dos periodistas chinos bajo los seudónimos de Yang Jun y Chen Wei.
Ellos fueron a Wuhan días antes de que el régimen sometiera a la ciudad a un confinamiento total. Allí empezó la historia del documental…
Autoridades chinas alarmadas ocultan la información a sus ciudadanos
En la sinopsis los periodistas comentan que el 19 de enero de 2020, el número oficial de casos era de cientos y la dictadura china no daba información a pesar de estar muy alarmadas.
Ese día que los periodistas llegaron a Wuhan ya habían cerrado el mercado húmedo de Huanan, donde sospechaban se inició el virus. Además investigaban la transmisión persona a persona del SARS-CoV-2.
Sin embargo, ni los funcionarios de Wuhan ni los de Beijing dieron información sobre la posible gravedad de la situación. Tampoco se permitió a los medios documentar lo que estaba pasando, lo que dejó a los ciudadanos -y al resto del mundo- a oscuras, reportó Infobae.
Policía trató de obstaculizar la búsqueda de información
“No puedo informar con libertad. Mientras las instituciones gubernamentales estén involucradas, me siguen y me espían constantemente “, relató Jun en su diario.
Ya en enero las autoridades de la dictadura china estaban alarmadas. Cerraron el mercado húmedo de Huanan, el lugar donde se sospecha se originó el brote, y estaban investigando la transmisión persona a persona del SARS-CoV-2.
Sin embargo, ni los funcionarios de Wuhan ni los de Beijing dieron información sobre la posible gravedad de la situación. Tampoco se permitió a los medios documentar lo que estaba pasando, lo que dejó a los ciudadanos de ese país y de todo el planeta, desinformado.
Durante el desarrollo del documental, los reporteros mostraron imágenes y periódicos donde se observa como las autoridades intentaron impedir que los periodistas realizaran su labor, a pesar de que trabajaban para los medios estatales con sede en Beijing y tenían permiso del departamento municipal de asuntos de medios de Wuhan.
“La información sobre el brote está oculta”
En todo momento, desde el mercado de mariscos hasta los hospitales, la policía trató de obstaculizar la búsqueda de información sobre el brote.
“No puedo informar con libertad. Mientras las instituciones gubernamentales estén involucradas, me siguen y me espían constantemente “, escribió Jun en su diario.
“La información sobre el brote está oculta en secreto y es muy difícil de obtener”, agregó.
“Hay algunos temas e historias que no se pudieron informar en China. Como la discusión de las medidas de control de la pandemia, los protocolos para confirmar a los pacientes infectados y también todo lo relacionado con los encubrimientos de organizaciones o departamentos gubernamentales. Todos eran imposibles de tocar o informar“, aseveró Wei en su diario.
Esa misma información arrojaron periodistas chinos y occidentales. Trascendió a los medios que nueve periodistas chinos fueron detenidos por cubrir el brote coronavirus.
También persiguieron y silenciaron a los médicos que buscaron alertar sobre la peligrosidad de la nueva cepa del coronavirus.
“Los medios chinos y las redes sociales hablan sobre la crisis y la desesperación en todo el mundo, excepto en China”, relató Wei en su diario.
“Pero nadie en China se atreve a hablar sobre el origen del virus a partir de Wuhan o los primeros errores causados por el gobierno local en Wuhan”, destacó el comunicador social.
“Lo único que se puede discutir sobre esta pandemia es qué tan bien lo ha hecho el gobierno y qué tan agradecido debe estar el pueblo chino con el gobierno”, manifestó Wei.
El mayor encubrimiento del mundo dejó millones de muertos y la economía quebrada
La imposibilidad de informar y el secretismo de las autoridades tuvieron como resultado que la población no estuviera demasiado preocupada por el brote del coronavirus de Wuhan.
“Cuando llego, la gente parece no tener ningún miedo o preocupación por el virus. Algunos ni siquiera han oído hablar de eso”, escribió Jun en su diario.
“El dueño de un puesto me pide que me quite la máscara. Él dice: “Obviamente eres un forastero demasiado preocupado. Todo está bien aquí’”, continuó Jun.
Cuando el partido comunista decidió encargarse del Wirus y ordenó la cuarentena en Wuhan, era demasiado tarde tanto para esa ciudad como para el mundo. El contagio ya se había extendido en esa localidad y los ciudadanos tenían miedo, iban masivamente a los hospitales y todo empeoró.
“La falta de personal y equipo en Wuhan hizo que a muchos pacientes infectados se les negara el tratamiento”, escribió Jun en su diario. “Además, los hospitales ocultan la verdad”.
Mientras tanto, millones de personas se movilizaron por todo el país para el Año Nuevo chino, lo que hizo que el nuevo coronavirus se extendiera por toda China y de allí al planeta entero.
El resto es historia. Hasta el momento el coronavirus de Wuhan contagió a más de 91 millones de personas, asesinó a más de 2 millones y quebró la economía mundial.
No obstante, China controló la pandemia y es el único país cuya economía creció… El resto del mundo sigue luchando contra el coronavirus y las nuevas cepas que están naciendo…
A continuación el documental, “Tres días que detuvieron al mundo”.