Ataques al metro de Nueva York, en Times Square y en conciertos: la justicia estadounidense anunció el viernes que logró la detención de tres hombres que tenían estos planes durante el verano boreal de 2016.AFP
Uno de los acusados, el canadiense Abdulrahman El Bahnasawy, de 19 años, que compró materiales para fabricar bombas y alquiló un local para guardar los explosivos, fue arrestado en mayo de 2016 en Nueva Jersey, donde procedente de Canadá, informó la corte del distrito sur de Manhattan en un comunicado.
El Bahnasawy se declaró culpable de delitos de terrorismo, espera su sentencia y podría ser condenado a cadena perpetua.
Talha Haroon, un ciudadano estadounidense basado en Pakistán de 19 años, planificaba viajar a Nueva York y llevar a cabo los ataques con El Bahnasawy, y fue arrestado en septiembre de 2016 Pakistán, desde donde puede ser extraditado a Estados Unidos.
Los dos sospechosos se comunicaban a través de aplicaciones en sus teléfonos y querían llevar a cabo los atentados en el mes de Ramadán, entre inicios de junio e inicios de julio de 2016, en nombre del Estado Islámico (EI).
Pero un agente encubierto del FBI, la policía federal estadounidense, convenció a los acusados de que era un simpatizante del EI listo para llevar a cabo los ataques con ellos, y las autoridades los arrestaron antes de que pudieran concretar sus planes.
"Estos estadounidenses precisan un ataque", dijo El Bahnasawy al agente encubierto, y le contó que deseaba "crear el próximo 11 de septiembre", en referencia a los atentados terroristas que dejaron casi 3.000 muertos en 2001, los más mortíferos en la historia del país. Haroon le dijo por su lado que esperaba "causar gran destrucción a los sucios impíos".
El Bahnasawy y Haroon declararon su lealtad al EI en comunicaciones electrónicas con el agente del FBI, y le expresaron su interés por cometer atentados también en París y Bruselas. El canadiense también dijo al agente del FBI que estaba en contacto con una filial del EI en Pakistán para conseguir luz verde para los ataques en Nueva York.
Un tercer sospechoso, Russell Salic, un filipino de 37 años, es acusado de financiar el plan a través del envío de poco más de 400 dólares a Estados Unidos a través del agente encubierto, y fue arrestado en abril pasado en Filipinas, desde donde la justicia busca extraditarlo.
Otro sospechoso de cometer dos atentados en Nueva York y en Nueva Jersey en septiembre de 2016, Ahmad Rahimi, es actualmente sometido a juicio. Solo una de las tres bombas que instaló explotó, causando pánico en el barrio neoyorquino de Chelsea y 31 heridos leves.