El presidente estadounidense, Donald Trump, ha impuesto un nuevo paquete de aranceles recíprocos contra varios países, lo que ha generado una fuerte reacción en los mercados financieros globales. A pesar del desplome inmediato, Trump asegura que esta estrategia traerá un "auge económico histórico" para Estados Unidos.
La bolsa de Nueva York sufrió una de sus peores jornadas en años, con el Dow Jones cayendo un 3.98%, el S&P 500 un 4.84%, y el NASDAQ un 5.97%. Este desplome se debió principalmente a la incertidumbre generada por los aranceles, que afectaron especialmente a las empresas tecnológicas y automotrices. Los inversores buscaron refugio en activos seguros como el oro y los bonos del Tesoro, ante el temor de una posible recesión y aumento de la inflación.
La estrategia de Trump incluye aplicar un arancel general del 10% a la mayoría de los países, con tasas más altas para socios clave como Japón (24%), Corea del Sur (25%) y China (54%). Según Trump, estas medidas protegerán a los trabajadores estadounidenses y atraerán miles de millones de dólares en inversiones. Aseguró que el mercado "se recuperará con fuerza" y que la economía experimentará una prosperidad sin precedentes.
Sin embargo, China ya ha respondido con represalias, incluyendo un arancel del 34% a productos estadounidenses y amenazando con restringir la exportación de tierras raras, claves para la industria tecnológica. Expertos advierten que estas medidas podrían generar presión inflacionaria, desaceleración en el comercio global y riesgo de estanflación. A pesar de esto, algunos analistas creen que, a mediano plazo, los aranceles podrían fortalecer la manufactura local en Estados Unidos.
Mientras los mercados se estabilizan, la pregunta es: ¿será este el inicio de una guerra comercial o el camino hacia un nuevo boom económico, como asegura Trump? La respuesta solo se conocerá con el tiempo, pero lo que es claro es que la incertidumbre económica global ha aumentado significativamente.