El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su administración buscará reinstaurar la pena de muerte para quienes cometan asesinatos en Washington D.C., como parte de una ofensiva federal contra la delincuencia en la capital del país. “Si alguien mata a alguien en la capital, Washington DC, vamos a buscar la pena de muerte. Es una medida preventiva muy fuerte y todos los que lo han escuchado están de acuerdo”, declaró Trump durante una reunión de gabinete.
La iniciativa surge en medio del despliegue de la Guardia Nacional y el control federal de la policía local, respaldada por la acusación de que la ciudad atraviesa una ola de criminalidad, aunque los datos oficiales señalan que el índice de delitos está en su nivel más bajo en treinta años. Cabe recordar que la pena de muerte fue abolida en Washington D.C. en 1981 y, actualmente, el castigo máximo es la cadena perpetua bajo ley local.
Trump defendió la propuesta calificándola como "enérgica" y aseguró que su administración “no tiene otra opción” dada la situación, aunque admitió dudas sobre si el país está preparado para reactivar este tipo de condena. El presidente también insinuó que medidas similares podrían considerarse para otras ciudades gobernadas por demócratas, como Baltimore, Chicago y Nueva York.
La medida ha generado polémica y reacciones adversas de líderes políticos, expertos jurídicos y organizaciones civiles, que advierten sobre el conflicto con la legislación vigente y la ausencia de evidencia acerca del efecto disuasorio de la pena capital sobre el crimen. Trump, por su parte, insiste en que “no es un dictador” pero que “sabe cómo frenar el crimen”, y asegura contar con el respaldo de gran parte de su gabinete y sectores de la sociedad estadounidense.