Este 20 de enero, día de la juramentación de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza activó protocolos contra la crisis migratoria. Militares llegaron al puente Hidalgo- Reynosa, el cruce más importante al sur de Texas, según reportes del portal mexicano Milenio. Además, el mandatario inició el proceso para designar a los cárteles, incluido el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, como organizaciones terroristas extranjeras.
En otras palabras, Donald Trump pone manos a la obra desde los primeros minutos de su segundo mandato. El comunicado oficial enmarca estas prioridades bajo la premisa de “hacer a Estados Unidos seguro otra vez”. Y es que los próximos meses traerán también el fin de las políticas de captura y liberación creadas por el pasado Gobierno de Joe Biden, el restablecimiento de la política de Permanecer en México, entre otras medidas.
Lejos de ser actos de xenofobia, como los ha querido enmarcar la prensa progresista, Trump basa sus medidas en los crímenes cometidos por migrantes irregulares. El más reciente es el asesinato de un agente de la Patrulla Fronteriza en la ciudad de Vermont luego de identificar a un migrante que, según fuentes, “se quedó [en EE. UU.] más tiempo del permitido por su visa”, según la periodista Ali Bradley.
Tren de Aragua en el listado de terroristas
“Vamos a expulsar a cada uno de los extranjeros ilegales miembros de las bandas delictivas”, aseguró Trump en un mitin el día antes de su juramentación y así lo comenzó a poner en práctica. La promesa de campaña fue esbozada desde que el Tren de Aragua comenzó a figurar en titulares de la prensa de EE. UU. por crímenes relacionados a una enorme red de prostitución en Nueva York o la presencia de pandilleros portando armas largas dentro del complejo Edge at Lowry, en Aurora, Colorado.